Desveladas

Creo que soy partidario de desvelar. Me asustan un poco los de 'que arda la casa pero que no se vea el humo'. Creo en el muchas veces difícil diálogo. Cuando pienso en el mundo árabe me gusta pensar en la Alhambra y en Omar Khayyam y su Rubaiyat. Y en el cuadro que Ute Kadner pintó –creo que el último de su vida- como protesta por la invasión de Irak: 'Gilgamesh abrazando la sombra de Enkidu entre Ea e Isthar'.

Pozuelo una vez más en la prensa nacional. ¿Por qué? Una de las ciudades más 'ricas' de España deslumbra a sus contemporáneos por algún hecho ejemplar. No. Esta vez no se permite ir a una adolescente a clase con velo. Un instituto con nombre de premio nobel aduce democráticas razones para decir que tururú. Otro –que mayor afrenta a San Juan de la Cruz- aprovecha para cambiar su reglamento con aires de 'Reconquista'. Esa que duró ocho siglos. No me acuerdo bien, que siempre me pierdo las charlas de Alfredo Vilchez sobre 'Figuras medievales en la Historia de España'.

¿Qué demonios desata el velo de Nawja? En el país de las monjitas y de las novias con velo todavía. ¿Qué se esconde debajo de esas cartas tan racistas e intransigentes por abrumadora mayoría que se publican en los comentarios internaúticos?¿Se atrevería alguién en un elitista colegio privado a prohibir la asistencia a clase a la hija de un príncipe arabe por muy velada que fuese?. Detrás de la falta de debate también el progresivo deterioro de la escuela pública, de lo público en general. Han caído muchos velos, pero otros los llevamos a sangre y fuego desde la inquisición. Dentro de nuestras cabezas. Hombres y mujeres.