Un primero de mayo más
Se ha satirizado a los sindicatos tras su atávica manifestación del primero de mayo diciendo que son unos simples “comentaristas de las cifras del paro”, es muy acertado porque pone de relieve su principal función y exclusiva aportación a la economía. Pero no explica por qué para ese neto comentario informativo sin la profesionalidad del periodista reciben la protección constitucional, legal y económica de que disfrutan esos mecanismos reactivos que no producen nada, no sirven para nada, no arreglan nada y no se responsabilizan de nada ¿Qué tendría que ir mal para que se les pudiera pedir cuentas del algo? Creo que hay que considerarla fruto de un tributo a su capacidad de chantaje durante la transición a la democracia que ellos consideran defectuosa. No todo el que defiende a los pobres o a los trabajadores tiene ese status privilegiado, sólo los que pueden atracar masivamente.
Aunque celebran estar en el mecanismo del poder, salen a la calle en tono reivindicativo y amenazador para demostrar que la calle es suya como todo lo público, sin pagar por ello. Apoyan a un presunto juez prevaricador pero callan sumisos ante el gobierno del pleno empleo con cinco millones de parados, como el perro que no muerde la mano que le da de comer con una retribución en especie.
Las críticas a los sindicatos por no convocar huelgas hay que entenderlas como carentes de sentido ¿se arreglaría algún sector económico con una huelga? Considerarlos defensores de los derechos de los trabajadores, del empleo, de las pensiones, del estado de bienestar es sólo el efecto alucinógeno de un producto estupefaciente. Oculta que sólo son un mecanismo de chantaje eventual que puede paralizar el país con una huelga de un número reducido de agentes extorsionadores en los principales sectores públicos. La huelga no es más que un mecanismo de extorsión. No se admite una huelga de contribuyentes para presionar al gobierno pero sí la sindical, porque sólo se va a ejercer contra determinados gobiernos y no contra otros. Stalin nunca tuvo que afrontar una huelga.
Si no extorsionan no se debe a que sean esencialmente responsables, sino al hecho de que estamos ante un poder político soviético que de momento no necesita del entramado chantajista sindical, aliados con las sectarias políticas del gobierno para seguir expoliando una parte importante del trabajo de los españoles, aunque quizá sea preferible antes de que intenten mejorar la transición.
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