Mas de cuatro meses a cuarenta metros de altura

Doney Ramírez, el trabajador encaramado a la grúa de la Plaza Padre Vallet, continúa su protesta tras cuatro meses, aunque no es el único, ya que antes que él David Cediel y Sandy hicieron lo mismo.

Desde que el 2 de marzo Doney, colombiano afincado en España desde hace diez años, subió a la grúa, han pasado ya casi cinco meses. Cinco meses en los que, a pesar de las tormentas, la lluvia, y los 40 grados a los que ahora tiene que hacer frente, no ha abandonado su protesta.

El primero que comenzó la lucha fue David Cediel, a quién relevó Sandy, que estuvo hasta el 12 de marzo, pero ambos abandonaron por motivos familiares. Lo que en su día reclamaban David Cediel y Sandy, y actualmente Doney es el dinero que Ploder debe a la empresa para la que trabaja, Jigar S.A.-150.000 euros-, quienes les habían contratado para realizar las obras. Muestra de ello es la pancarta que cuelga de la grúa.

Nadie puede subir a la grúa ya que una estructura metálica situada en la parte de abajo lo impide. Sus hijos y su mujer van todos los días a verle, aunque sea a 40 metros de distancia, y con una cuerda le suben alimentos.

Diario de Pozuelo se ha acercado hasta la Plaza para ver la situación en la que se encuentra. Algunos trabajadores del pequeño comercio cercano afirman que Doney está recibiendo una cuantía de dinero por parte de su propia empresa para que no abandone su estancia en la grúa.

Por su parte, los vecinos aseguran que han interpuesto una denuncia contra él a causa del ruido y las molestias que ocasiona Doney desde arriba como forma de protesta.

Ploder no ha querido pronunciarse sobre el tema. Los trabajadores que estaban en la obra tampoco han querido hacer declaraciones y a pesar del impago, continúan las obras. Ploder está en suspensión de pagos y continúa ejecutando el proyecto con una empresa de construcción portuguesa.

Mientras tanto, Doney no piensa rendirse. Aguantará hasta el final aunque, eso sí, seguirá extrañando y echando de menos a su familia.