Aceptemos el fracaso
¿Aceptamos el fracaso, en general, de la enseñanza pública? ¿Nos preguntamos sus causas? ¿No queremos verlas?
Indudablemente no hay peor ciego que aquel que no quiere ver. No querer ver...no palpar lo palpable. El fracaso escolar. El fracaso de planes de enseñanza- El absentismo escolar y el abandono de los estudios.
Todo un programa para ver y analizar. Yo sólo sugiero, no soy nadie y apenas tendrá eco lo que diga. Pero pregunto de nuevo, ¿alguien puede hablar de las excelencias de la enseñanza no diferenciada o mixta, si lo prefieren?
Hablamos de resultados, no de las ideologías, como algunos prefieren, sino de pedagogías.
David Chadwel, coordinador del departamento de Educación de Carolina del Sur para el desarrollo de las escuelas públicas de educación diferenciada, refiere que "este tipo de enseñanza no debe entenderse como una cuestión política, ni como una regresión al pasado, ni un pulso contra la coeducación, "simplemente como una opción, porque los niños y las niñas tienen distinta forma de aprender". Este profesor ha sido invitado por la European Asociatión of Single-Sex Educatión (EASSE),en colaboración con entidades educativas, para mostrar su ex peri encía en ciudades de Portugal y España. En España su estancia se ha producido después de que el Tribunal Supremo desestimara el recurso interpuesto por la Junta de Andalucía, con el objete de retirar los conciertos económicos a doce centros andaluces de enseñanza mixta.
Decía el experto estadounidense, "la educación diferenciada ha de quedar fuera del debate político y basarse en los resultados educativos". Añade que incluso "la implantación de clases diferenciadas en la escuela pública no supondría un coste elevado". Hay tantas razones para la enseñanza diferenciada, que sólo la miopía de los "modernistas" no las encuentra. Los resultados hablan por sí solos.
¿Y la libertad para elegir, donde la dejan esos paladines de la libertad? Campeones del progreso y conquistadores del "regresismo" con trampolín para volver lo blanco negro o lo azul rojo. Todo se reduce a no querer entender la diferencia existente entre los sexos; ;diferencias a todos los niveles ampliamente demostradas.
Qué le vamos a hacer, si quieren hacernos ver a todos con el cristal de su prisma. Y mientras cuesta abajo y sin frenos en la educación. Vía libre a la mala educación.
Alfredo H. Sacristán
* Este diario no asume como propias las opiniones de sus colaboradores ni de las cartas al director
Escribir un comentario