Ignacio González, presidente
No estoy seguro, pero es posible que no haya habido en la historia de la democracia un presidente de comunidad autónoma que haya sido más criticado por los medios de comunicación y por parte de su propio partido que Ignacio González, incluso antes de ser elegido. Parece como si en él se concitaran los odios que algunos no podían mostrar contra Esperanza Aguirre por miedo y se desfogan contra el que fue su Vicepresidente y ahora Presidente.
Y no deja de ser curiosa esta circunstancia porque González es un gran desconocido para los ciudadanos en general y, por lo tanto y en teoría, no debería representar ningún peligro político para nadie. Incluso para los votantes del PP, es un personaje anónimo. Sin embargo para la prensa, insisto, y sus adversarios políticos de partido es una especie de Maquiavelo que se sabe mover muy bien en la sombra y que es intocable porque conoce a la perfección las cañerías de la Real Casa de Correos, sede del Gobierno de la Comunidad de Madrid.
Yo no creo que sea para tanto. González es un desconocido para los madrileños porque siempre supo el lugar que ocupaba, detrás de Esperanza Aguirre. Y en cuanto a su leyenda de maquiavélico hay poco que decir ya que, en un político, es una virtud para mí.
Ignacio González es, fundamentalmente, un político trabajador y meticuloso. De eso que tan poco abunda en nuestro panorama político. Y esa capacidad de trabajo le hace tener una visión política decisiva a la hora de llevar a cabo acciones exitosas. Tiene tal conocimiento de la realidad de Madrid y del PP, gracias a ese trabajo, que le hace ir por delante del cotidiano día a día. De hecho, González fue el impulsor de la última gran reforma del Partido Popular de Madrid que le llevó a conseguir los mejores resultados en toda su historia, ganando las elecciones, incluso, en el cinturón rojo de Madrid y en algunos pueblos donde era imposible. Y ese fue un éxito que sólo algunos supieron ver. Entre ellos, claro está, Esperanza Aguirre. De ahí su empeño en que asumiera la responsabilidad de gobernar la Comunidad de Madrid.
Pero sigue habiendo gente que no se lo perdona. Incluso, dentro del propio PP, incomprensiblemente. Y no hacen otra cosa que sacar a la luz todos los problemas en los que, presuntamente, se ha visto envuelto y todas las acusaciones que se han hecho sobre él. Acusaciones que nunca se han podido probar y que sólo demuestran, en la mayoría de los casos, odio al personaje como consecuencia de intereses espurios.
Es cierto que Ignacio González no es un líder mediático porque, hasta ahora, se ha mantenido detrás, en segunda línea, pero nadie puede dudar de su capacidad de gestión. Y es tiempo de gestión. Por lo tanto, creo que merece una oportunidad en primera línea.
Antonio L. Rodríguez
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