Alemania no es inmune a la crisis

Que la crisis está comenzando a afectar incluso a Alemania es ya una realidad.

Los datos que se han conocido del mes de septiembre pasado ponen de manifiesto una caída de sus exportaciones, en conjunto, de un 3,4%, y de un 7% interanual en relación a las que se dirigen a países de Europa. No podía ser de otra forma con la que está cayendo en la zona Euro.

En ese sentido se pronunció el ministro de Finanzas de Alemania, Wolfgang Schauble, quien tuvo que reconocer un minoración del crecimiento de la economía de su país para el último trimestre de este año y para el primero de 2013.

Y tanto es así, que Mario Draghi nos dijo en estos días que Alemania no podía eludir las dificultades de la Zona Euro y que los datos manifestaban que la crisis estaba llegando a allí mismo y que por ello las medidas encaminadas a estabilizar el Euro eran buenas para Europa y para Alemania. Esperemos que Merkel lo entienda y se lo haga entender a sus coaligados en el gobierno.

Lo cierto es que Alemania empieza a recoger lo que ha impuesto en Europa, una austeridad a ultranza con ausencia de medidas que favorezcan el crecimiento. Y esa receta va matando lentamente a los países del sur, al tiempo que van llevando a Europa hacia su decadencia en el panorama económico mundial.

Que Alemania es la locomotora económica europea, no cabe duda, ni tampoco en su actuación como líder en la Europa del Euro, que nos la han dejado siempre muy clara, pero ser líder exige además de potencia económica ir mostrando un camino de futuro que no parecen tener nada claro, al menos para los que no somos de su área de influencia y ni para la zona Euro en su conjunto. Es más, no parece que les importe demasiado.

Los datos que ha presentado la OCDE sobre el futuro económico de la Eurozona son muy desalentadores, ya que este mismo año el PIB de nuestra área será superado por el de China, y pasará de suponer el 17% del PIB mundial en 2011, al 12% en 2030 y al 9% en 2060. Cada vez pesaremos menos a nivel global, eso sí seguimos existiendo como Euro Zona en esos hitos.

Creo que todos estos datos deberían hacer pensar a los mandatarios alemanes, con Merkel a la cabeza, que si quieren ser los líderes de Europa no puede esperar a que pasen unas elecciones en Alemania en tal o cual momento y de lo que le conviene a tal o cual partido, que las situaciones se deterioran y necesitan de actuaciones inmediatas y que para ser líder hay que mojarse y estar en todo y no basta sólo con ser rico e imponer la voluntad.

Si queremos vivir en un continente que todavía tenga algo que decir en el orden mundial que se nos avecina hay que plantearse como traer el crecimiento a Europa, porque está ya visto que sólo con austeridad no vive el hombre, ¿O es que necesitan más pruebas?

José Luís Martín Miralles

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