La muerte no es el final
"La muerte no es el final", cantaron el Príncipe y el Rey en el día después al anuncio de la abdicación de la corona.
"La muerte no es el final", cantaron el Príncipe y el Rey en el día después al anuncio de la abdicación de la corona. Como si de algún oscura premonición se tratara, padre e hijo parecían advertir, de esta original manera, que poco o nada iba a cambiar.
PP y PSOE están decididos a reafirmar sus votos borbónicos. Unos por pasión y otros por disciplina militante, volverán a votar juntos para aprobar la Ley Orgánica que permitirá coronar a Felipe VI y que jubilará a Don Juan Carlos, no sin antes blindar su figura para evitar que las aficiones de monarca puedan suponer algún problema con la justicia.
La gracia de Dios seguirá primando sobre la voluntad de las personas. La demanda ciudadana de un referéndum para decidir sobre la forma del Estado no ha sido estimada por el Presidente del Gobierno ni tan si quiera por el líder del primer partido de la oposición. Tal y como sucediera con la reforma del artículo 135 de la Constitución o con el rescate bancario, PP y PSOE irán de la mano.
Los ciudadanos tomamos nota. Quizás el 25 de mayo no haya sido más que un aviso de lo que está por llegar.
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