Los feligreses de Caná y el aparcamiento
Un lector llamado Juan Pablo, que vive al lado de la parroquia de Santa María de Caná, nos hace llegar unas fotografías de una situación que se repite todos los domingos y que tiene a los vecinos de la zona un poco hartos.
Nos pregunta si algún día vamos "a hablar sobre los problemas que sufrimos los vecinos de alrededor de la Iglesia de Santa María de Caná, por cómo aparcan las personas que van a misa y que la policía no pone multas ni nada. La verdad es que sería bastante interesante el ver que por más que les llames, no hacen nada, dejando a los coches en doble fila en la rotonda o encima de las aceras. Tanto yo como muchos vecinos hemos llamado y hemos visto como la policía pasaba y no hacía nada. La verdad que pasa en todas las misas, en especial en las de los fines de semana. Os mando fotos. Pero de verdad que es vergonzoso."
Y nos parece que la crítica tiene mucha razón. Sobre todo teniendo en cuenta que a 200 metros se puede aparcar bien. Por ejemplo, en el parking del ESIC. Sin embargo, algunos parece como que les da pereza andar un poquito para ir a misa. Y la misa bien merece un sacrificio, ¿no?
Estamos con Juan Pablo. Ser católico no es sólo ir a misa los domingos, sino también preocuparse por los demás y ser buen ciudadano. Y pensamos que no es una actitud muy cristiana dejar el coche de cualquier forma, impedir el paso del autobús, o aparcar encima de un paso de peatones o en el césped.
Y además, en esto como en muchas otras cosas, los que van a misa tendrían que ser ejemplares.
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