¡Que me meoooooooo!
Ese es el grito de guerra que últimamente se ha puesto de moda por los pasillos del Ayuntamiento. Ya me han escrito varios trabajadores municipales para contarme que se mean, sí, materialmente, se miccionan. Y no de risa precisamente, aunque los dimes y diretes que emanan de la segunda planta produzcan hilaridad.
Y los funcionarios se mean porque no tienen cuartos de baño. Qué cosa tan modesta. Qué reivindicación tan comprensible. Y a pesar de ello, no hay suficientes cuartos de baño en la Casa Consistorial para que sus trabajadores puedan acudir sin pedir cita previa al WC. Y si te entra un apretón, te aguantas, te vas al bar de enfrente aprovechando tu media hora de desayuno. Faltaba más.
Algunos maledicentes afirman que es una medida que ha tomado la alcaldesa para imprimir ritmo a los trabajadores, por lo menos para que parezca que hacen algo. Y claro, verles corriendo por los pasillos da sensación de laboriosidad. Todo de cara a la galería, ya saben.
Además de que había pocas plazas de tazas y urinarios, además de que algún otro baño no tiene luces individualizadas y cuando alguien apaga la luz general todos los moradores de las tazas se quedan a oscuras en mitad de tamaña operación, además digo, acaban de cargarse un baño múltiple que había en la primera planta.
Recapitulando, me dicen que es posible encontrar un baño por planta. Más no. Por ejemplo, en la segunda, en el gran búnker de alcaldía hay dos, pero son para ella y su comparsa. El resto de trabajadores debe conformarse con uno para chicas y otro para chicos. Y en esta planta trabaja mucha gente. Ya digo, siempre a prisas.
Este es un tema que oposición o sindicatos deberían llevar a la mesa de seguridad y salud de los trabajadores del Ayuntamiento. Seguro que alguien puede arrojar luz ante este problema de higiene laboral. ¿Alguien sabe qué ratio se debe cumplir respecto al número de trabajadores por baño?
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