Vertidos de aguas fecales convierten el arroyo Pozuelo en un vertedero

El Pleno del Ayuntamiento de Madrid denunció la semana pasado que una serie de vertidos de aguas fecales han provocado que el arroyo Pozuelo a su paso por el distrito madrileño de Aravaca se haya convertido en un “auténtico vertedero”.

Ciudadanos sacó a la luz el problema, y el equipo de Gobierno de Ahora Madrid reconoció la situación y el peligro de salubridad. El partido naranja describió un escenario vergonzoso: restos de papel higiénico enganchados a la maleza, un fuerte hedor por el agua estancada y multitud de ratas y mosquitos.

¿Y quién tiene la culpa? Según aseguran desde Madrid el origen de este atentado ecológico está en Pozuelo. Diversas urbanizaciones limítrofes con la capital vierten todas sus aguas fecales directamente en el arroyo de forma ilegal.

Ahora Madrid aceptó su parte de responsabilidad y realizó trabajos de desbrozaje. Además propuso instar a la Confederación Hidrográfica del Tajo a realizar “de forma urgente” el saneamiento del arroyo y de la zona. La propuesta fue secundada por PP, PSOE y Ciudadanos.

Ahora le toca el turno a Pozuelo. Desde Ahora Madrid aseguran que el problema está causado por los vertidos de varios colectores, especialmente de dos situados en nuestro municipio, que expulsan aguas residuales con mucha frecuencia.

Desde la delegación de Medio Ambiente ya han anunciado que van a solicitar al Ayuntamiento de Pozuelo “que esta anomalía se solucione porque esta agua fecales son de una inmundicia total”.

El arroyo Pozuelo, que es el más largo de Madrid, nace en nuestro municipio y muere, tras un recorrido de nueve kilómetros, en el Manzanares