La Plaza del Padre Vallet no está protegida frente a un posible atentado
No estamos seguros en ningún sitio. Ayer detuvieron a un jovenzuelo yihadista en Majadahonda. Es muy fácil matar: basta entrar con un vehículo a toda velocidad en una plaza pública.
Estas consideraciones me hacía cuando reparé en la Plaza del Padre Vallet y sus accesos. Realmente por allí podría entrar cualquier desalmado a toda velocidad. Las calles y plazas del centro no es que estén a rebosar, y menos desde que los feriantes se marcharon con cajas destempladas. Pero un buen roto sí que nos haría en el municipio. Y con que hubiera un solo herido, ya sería mucho.
En la calle Luis Béjar el Ayuntamiento ha instalado unos maceteros que impidan el acceso de los vehículos. Fui a verlos para valorar la seguridad. Sobrevolé luego por la calle de la Iglesia y, oh sorpresa, me encontré con unas barras de hierro de quita y pon que, presuntamente, impiden el acceso. Presuntamente, porque una de ellas estaba tirada por el suelo como para demostrar lo fácil que es desmantelarlas. Sí, porque funcionan con una llave stándar que puedes comprar en cualquier ferretería.
Y vuelvo sobre el dinerito que tiene ahorrado nuestro ayuntamiento. Y con el superávit tremebundo que tiene. ¿Y no se puede gastar los dineros en contratar barreras en condiciones? En otros municipios con menos dinero han instalado bolardos eléctricos super elegantes.
Aquí, todo es chacho. ¿Pozuelo en el centro? ¿En el centro de qué?
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