¿Por qué dimitió el concejal Andrés Calvo-Sotelo?
Hoy en mi ventana brilla el sol
Y el corazón
Se pone triste contemplando la ciudad
Porque te vas
Junto a la Estación yo lloraré igual que un niño
Porque te vas
Hoy me siento bucólico y pastoril. Es que seguimos en Navidad. Buen rollito. Sí, alcaldesa, para ti también. Aunque el tema que he elegido hoy no te guste. Pero no puedo dejarlo pasar.
¿Qué le lleva a un concejal a renunciar a 65.000 euros al año en un trabajo en el que gozas de buena libertad de movimientos, no tienes horario fijo, no fichas, con un equipo de personas a tu cargo?...
Bien es verdad que Andrés Calvo-Sotelo no necesitaba ese dinero. Ni por familia ni por cónyuge. Ambos salen bien parados económicamente.
También es verdad que con ese apellido, un hijo de un expresidente del Gobierno de España no tiene ningún problema para vivir de la política.
¿Entonces? ¿Qué pasó? ¿Qué le ha llevado a Andrés a renunciar a su acta de concejal y dedicarse a la educación?
No le va a dar ni más dinero ni más reconocimiento. Le quitará más tiempo.
Sólo se me ocurre el mismo motivo que llevó a Félix Alba a renunciar a su puesto de primer teniente de alcalde y dimitir como concejal, o el que llevó a abandonar su puesto a los tres anteriores jefes de gabinete de alcaldía.
¿Uno la línea de puntos? No, mis lectores son de sobra inteligentes. Como dice un amigo mío: “leche y en botella”...
Y se marchó
Y a su barco le llamo libertad
Y en el cielo descubrió gavioootas
Y pintó estelas en el mar.
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