Defender al que nos cuida
Es muy probable que alguna vez hayas llamado por teléfono al 112 pidiendo ayuda para algún familiar, amigo o amiga o como testigo de un accidente. Seguro que conoces a gente que lo ha hecho. Es probable también que los que te hayan atendido o los que les atendieran fueran los trabajadores de Madrid 112 cuya sede está en Pozuelo. Si estabas en la Comunidad de Madrid seguro, y si estabas fuera puede que también.
Es muy probable también que cuando lo hiciste no fueras consciente que al otro lado había alguien atento a cada detalle que dabas, tomando nota de todo para poner en marcha en el menor tiempo posible a la policía, a la Guardia Civil, al samur, a los Bomberos u otros cuerpos de emergencias.
Había alguien que te atiende al teléfono de madrugada, en domingo, el día de nochevieja o el justo cuando vienen los reyes magos o en agosto cuando se derrite el asfalto. Alguien que está siempre ahí por si hace falta. Y hace falta porque en una Comunidad como la nuestra, con 6,5 millones de habitantes siempre hace falta. Hace falta pues hay miles de llamadas al día, miles de pequeños accidentes y cientos de casos graves cada día. Y ellos siempre ahí, 24x7, todos los días del año, llueva, nieve o truene. Siempre. Son 120 trabajadores y trabajadoras que en turnos de hasta 30 que pueden ser tus ángeles de la guarda y que junto con otros profesionales que vuelan allí donde estés, tienen a veces tu vida, su vida, la de cualquier accidentado, en sus manos.
Son gente como tú o como yo, de carne y hueso, con sus vidas, sus familias, sus problemas, que trabajan a diario con las situaciones más complejas, con las desgracias más terribles, ayudando en la medida que pueden desde el otro lado del teléfono. Desde ahí salvan vidas de los que han sufrido un accidente de montaña y consiguen localizar, de personas ante el riesgo de un suicidio, de personas ante un ataque de corazón o un accidente de coche, de tantos y tantas para los que cada segundo que tarde la ayuda es vital.
No son los únicos que colaboran a todo esto desde luego. Luego aparecen el resto de servidores públicos que se la juegan para llegar lo más rápido posible a donde esté el accidente, o el incendio o la emergencia, pero son diferentes en algo. El resto de servicios de emergencias tienen reconocida su singularidad. Ellos no. Apenas se reconoce sus jornadas de noche o finde semana. Tampoco tienen formación adecuada, ni se respetan los informes de salud laboral, ya de por si mal hechos, ni tampoco los requerimientos de la Inspección de Trabajo, ni se va renovando y ampliando la plantilla prácticamente estable desde hace años. Y por eso llevan 14 días en huelga, encerrados, defendiendo sus derechos laborales. Defendiendo unas condiciones laborales dignas en un cuerpo que no puede ser tratado igual que al resto de trabajadores de la administración pública regional.
El otro día estuvimos visitándoles en su encierro. Impacta escucharles. Y se entiende mucho mejor la huelga indefinida en la que están y que mantienen después de que ayer tuvieran una primera reunión infructuosa con el gobierno de Cifuentes sin que éstos aportaran nada nuevo.
Defender sus derechos es de sentido común y como lo fue con la marea blanca o la marea verde. Es defender los servicios públicos y el estado del bienestar, mejorar -en definitiva- los derechos del conjunto de la ciudadanía.
Helio Cobaleda
Secretario General PSOE de Pozuelo
Escribir un comentario