Somos Pozuelo fue por lana y salió trasquilado

Eso ocurrió en el Pleno de marzo del Ayuntamiento de Pozuelo. Uno de los concejales del partido morado Somos Pozuelo, Unai Sanz, preguntaba por escrito al equipo de gobierno sobre los concejales de la corporación que han sido citados a declarar ante la Guardia Civil por el affaire de la depuradora de Húmera. Podría haber un presunto delito continuado contra el medio ambiente. Pero eso es lo que tendrá que dirimir la Justicia.

Aprovechando la coyuntura, Unai Sanz preguntaba a los populares: “En caso de que de estas declaraciones algún miembro del Equipo de Gobierno sea imputado, ¿qué medidas tienen previsto tomar?”

Ay, Unai. Te metiste en un charco. Y nadie te advirtió de que te ibas a embarrar.

Contestaba Carlos Ulecia, el concejal de Medio Ambiente: que le parecía una pregunta inoportuna, “porque en esta corporación el portavoz de su grupo político sí que está imputado desde hace un par de años, y no hemos visto que ustedes hayan tomado ninguna medida al respecto, o que se la hayan exigido a él”. Toma del frasco, Pablo Gómez Perpinyà.

Yo ya no me acordaba pero me refrescó la memoria. Resulta que el portavoz de Somos Pozuelo estuvo envuelto en un turbio asunto de peleitas juveniles. Sangre caliente que tienen los jóvenes, y las discusiones políticas enardecen los ánimos. Nunca se supo quién tuvo la culpa y qué pasó exactamente.

Pero sí trascendió que Perpinyà acabó demandado por agresión a una nariz que pasaba por allí. Imputado. Es que el chico está fuerte.