De postureo con Pepe Gotera y Otilio
No sé de quién es la culpa. Habitualmente de nadie. Pero es de estas cosas que dan risa, cuando confluyen varias administraciones.
Para desvelar la intriga te diré, amigo lector, que hace más de un mes observé cómo en la calle Luis Béjar, esquina a calle Norte, unos operarios de telefónica levantaban un poste distribuidor de líneas justo, justito delante de una de las cámaras que tiene instaladas el Ayuntamiento para ver qué coches entran y salen de la Plaza del Padre Vallet. Supuse entonces que el Consistorio detectaría tal obstáculo en sus labores de vigilancia y que se montaría algún conflicto de competencias. Porque -dicho sea de paso- también tiene narices que instalen un poste justo delante de la toma de cámara de vigilancia. Pero órdenes son órdenes y los curritos no se debieron plantear más. Pepe Gotera y Otilio en estado puro.
Creí que la cámara se movería de sitio o bien desaparecería tal inoportuno poste. Pues ni una cosa ni la otra. Lo que me lleva a pensar que semejante elemento de vigilancia está allí de postureo, porque nadie mira ni revisa las imágenes que supuestamente graba. O que la han comprado en el chino de al lado para intimidar.
El caso que, se mire por donde se mire, no es de recibo tal actitud de los responsables municipales.
Observe el lector la presencia de dos cámaras en el mismo soporte. Me estoy refiriendo a la segunda, la que está más abajo.
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