Los carteles cutres del Parque Carlos Sainz

El 19 de julio alababa desde esta columna el nuevo parque deportivo Carlos Sainz, emplazado sobre el antiguo mercadillo. Ha quedado chulo, aunque todavía hay cosas por terminar. Todos los días veo a gente jugando en sus instalaciones. Jóvenes en su mayoría vecinos del casco antiguo quiero decir. Pero ahí están. Mejor que hagan deporte que se dediquen a otras cosas.

Pero hoy quiero dar un baja al concejal de Deportes, que es quien manda en ese parque. Y quien debería de estar preocupado por los pequeños detalles. Y es una chapuza, cutre, indigno de un municipio con el superávit que tiene, colocar unas hojas plastificadas con las normas de uso del parque. Sujetas con bridas. Y no, no. No son provisionales hasta que lleguen los carteles bonitos, dignos, de calidad. Sino que, dos meses después de haberse inaugurado, sigue ese monumento a la desidia y al abandono.

Queda ya muy poco para las próximas elecciones. Las grandes obras son compatibles con los pequeños detalles que dicen mucho de una persona, de un ayuntamiento, de una ciudad.

¿Nos ponemos las pilas?