Robo con acoso a la salida de misa de doce en Caná

Cada domingo los alrededores de la parroquia de Santa María de Caná son un hervidero de gente que acude a escuchar misa, a tomarse una caña en los bares de la zona o a dar un paseo por el parque Cerro de los Perdigones.

Pozuelo de Alarcón es uno de los municipios de la Comunidad de Madrid con mejor índice de seguridad, pero eso no quiere decir que nunca pase nada y que los vecinos puedan ir cien por cien seguros por las calle de la ciudad. Y si no que le pregunten a Ignacio, que fue víctima este domingo de un robo muy elaborado a plena luz del día a la salida de misa de 12 en Caná.

En conversación telefónica, Ignacio ha relatado a DIARIO DE Pozuelo el robo que sufrió a las 12:45 horas de la mañana en la rotonda situada enfrente de la parroquia de Santa María de Caná, la más concurrida del municipio.

Ignacio acababa de salir de misa y se dirigió a su coche. Una vez en el interior del vehículo una señora de unos 35 años, vestida de manera elegante y bien maquillada, se acercó al vehículo aún sin arrancar y tocó la ventanilla para llamar la atención del conductor, que bajó el cristal unos centímetros para ver qué sucedía.

Según relata el vecino, la señora, de forma muy educada, le pidió colaborar con una firma para apoyar un proyecto de construir un centro social para personas con discapacidad, que él declinó. Acto seguido, la señora cambió su actitud y empezó a increpar al protagonista de la historia con frases lascivas y provocaciones, hasta que en un momento dado, la señora abrió la puerta del coche y se arrojó encima del conductor.

En ese momento empezó un forcejeo entre ambos. Según ha relatado la víctima de este suceso, la señora empezó a acosarle con intenciones de besarle mientras que continuaban los comentarios obscenos, y él pedía a gritos que se marchara e intentaba sacarla fuera del coche.

Tras unos segundos de pelea, la mujer salió corriendo del vehículo e Ignacio revisó sus pertenencias. Todo parecía estar en su sitio y no le faltaba nada salvo su reloj, un Rolex con un alto valor sentimental que había sido sustraído durante el forcejeo.

Ignacio salió corriendo del vehículo para intentar localizar a la señora, a la que vio caminando en dirección a la Avenida de Europa, pero la perdió de vista unos segundos después.

Según ha explicado la víctima del suceso, este tipo de robos no es la primera vez que ocurren en la zona de Santa María de Caná. Hace un mes y medio, otro hombre sufrió un robo similar en el que también fue sustraído un reloj de alto valor.

En la parroquia ya han advertido en varias ocasiones a sus feligreses de este tipo de prácticas en los alrededores del templo, perpetradas al parecer por grupos criminales bien organizados y muy preparados.