La legislatura del diálogo de Susana Pérez Quislant
Acaba de celebrarse el Pleno Extraordinario para aprobar los presupuestos del Municipio de 2019. Más de 108 millones que los pozueleros darán a su Ayuntamiento para que los administre bien. Administrar no es guardar el dinero en el banco, como han venido haciendo los alcaldes desde Paloma Adrados. Porque, mejor que en el banco, el dinero debe estar en el bolsillo del contribuyente. Así que en primer lugar quiero pedir a mi ayuntamiento que, o se gasta mi dinero, o me cobra menos impuestos. No hay otra alternativa posible.
Ese presupuesto de 108 millones de euros que ha presentado el grupo municipal gobernante, el PP de Pozuelo, ha contando con casi 300 enmiendas que le han realizado los grupos de la oposición: Ciudadanos, PSOE y Somos Pozuelo. Pero el equipo de Susana Pérez Quislant no ha considerado ninguna de ellas interesante, porque no ha aprobado ni siquiera una.
Yo entiendo que la mayoría absoluta está para gobernar con tus ideas, sin necesidad de apoyarte en nadie. Entiendo que para eso los vecinos han dado mayoritariamente su confianza a un partido político.
Pero es extraño, muy extraño, que este PP de Susana Pérez Quislant, heredado de Adrados, no valore ni una sola de las enmiendas de la oposición.
¿Acaso no coincide en nada con ninguno de los partidos? ¿Ni siquiera con Ciudadanos, con el que tendrá que sentarse a pactar después de las próximas elecciones municipales?
A mi, a simple vista, me suena a arrogancia. A chulería. A dejar claro quién manda aquí. Muy propio del carácter de quien gobierna los destinos de esta gran ciudad desde hace cuatro años.
Casi 300 enmiendas. Y ninguna era buena. La legislatura de Quislant ha sido la del diálogo.
Escribir un comentario