La campaña anti-mierdas será poco eficaz y no responde a la promesa electoral
Dicen que pisar una mierda -sin perdón- da buena suerte. No sé si será así, pero lo que de verdad garantizo es que provoca un cabreo supino. Y hay muchas madres que no tienen la culpa pero sin duda son muy recordadas, para mal, por culpa de sus hijos guarros.
El programa electoral del Partido Popular de Pozuelo de 2015 -ése que en la portada sale Paloma Adrados cual jovencita veinteañera y eso que está a punto de jubilarse- promete en su punto número 58 la creación de una “nueva brigada de limpieza de excrementos caninos”. Uyssss, por los pelos. A tres meses de las elecciones nos venden con un vídeo muy mono una campaña de sensibilización para que los dueños recojan los excrementos de sus mascotas. Algo es algo, pero esto es muy poco.
¿Qué fue de la brigada anti-mierdas? ¿No hay presupuesto? ¿Ya no hace falta? ¿Los dueños de los perros se han vuelto tan cívicos en los últimos cuatro años que usan las bolsitas negras? Me da que no, a juzgar por los excrementos que veo en jardines y aceras de los cascos del pueblo.
A mi me encantaría ver cómo policías de paisano, o agentes anti-mierdas, como quieran llamarlos, multan a los dueños de los perros por no recoger sus cacas. Eso sí sería una brigada eficaz, pero claro, montar a estas alturas semejante departamento iría en contra de los intereses electorales de Susana Pérez Quislant, o de quien el PP tenga a bien poner.
El que espera, desespera, querido Pablo Casado.
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