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¿Comprometidos contra el cambio climático?

¿Comprometidos contra el cambio climático?

El pasado domingo, fue el Día Internacional de la Lucha Contra el Cambio Climático y conviene no olvidar esta cuestión, tan relevante para nuestro tiempo. Este 2021, que vamos acabando, está siendo otro año lleno de avisos en relación al cambio climático. Hemos visto tremendos incendios en Turquía, Grecia o, aquí al lado, en Ávila o en Málaga. También grandes inundaciones como las de Alemania o las más recientes en el sur de España. Hemos sufrido nevadas no vistas en 50 o 100 años como Filomena. Ha sido también otro año de temperaturas muy altas en verano, que se suma a la tendencia de los últimos años, en los que las temperaturas medias no paran de subir en nuestro país. 

Y a todo eso, se añaden sucesivos informes científicos del IPCC, de la ONU, de distintas universidades señalando que vamos muy mal. Que los niveles de emisiones de gases de efecto invernadero siguen aumentando y que también lo hace la concentración de CO2 en la atmósfera a ritmos insostenibles si se quiere parar el cambio climático. Eso, a pesar de la pandemia. 


¿Y qué puede pasar? El consenso científico es claro. Si seguimos a este ritmo estaremos superando con creces el objetivo de que a final de siglo el incremento de la temperatura sea de como máximo 1.5 ºC y se irá a 2 o por encima, con las consecuencias gravísimas que puede tener en muchas zonas del planeta, incrementándose fenómenos climáticos extremos como los señalados. 

Es, por tanto, hora de actuar. De actuar con más compromiso, con más firmeza, con más convicción. Es hora de que las instituciones actúen. También, de que cada uno de nosotros lo hagamos. 

Las instituciones, y fundamentalmente los estados, tienen la oportunidad de incrementar su compromiso en la COP 26 que se celebra en Glasgow en unos días, la cumbre sobre cambio climático que organiza la ONU cada año para hacer seguimiento y buscar acuerdos y medidas contra el cambio climático. Esperemos que sea así; que se refuercen los compromisos de descarbonización, se asuman nuevos objetivos por parte de los diferentes países y también por parte de otros agentes, en particular las grandes empresas

En menor medida está nuestro papel, el de una ciudadanía activa y comprometida con el futuro de nuestro planeta. Ahí nos toca a todos intentar reducir nuestra huella de carbono apostando por una movilidad limpia; tratando de ser eficientes en el uso de la energía en casa; con un consumo responsable apostando por lo ‘bio’, por lo local, intentando evitar cualquier tipo de derroche; y minimizando los residuos que generamos, reutilizando o reduciendo el consumo de bienes o servicios prescindibles que esta sociedad de consumo desaforado a veces nos genera. 

Y, por otro lado, está el papel de las ciudades: Más de la mitad la población mundial vive en las ciudades. Dentro de pocos años serán casi 2/3. Obviamente, la generación de CO2 en ellas es muy elevada, de hecho, las ciudades son las responsables del 70% de las emisiones de gases de efecto invernadero.

Por eso, es clave que las ciudades se comprometan también activamente en este, que es el mayor reto al que se enfrenta nuestra generación, y que puede tener consecuencias devastadoras para nuestro futuro y el futuro del planeta, si no somos capaces de revertir la tendencia. 

Por eso es clave que las ciudades, como Pozuelo, actúen. 

Y es que esta ciudad lleva años sin comprometerse de verdad en esta batalla pues ni está transformando su movilidad hacia una no contaminante, pues las flotas de vehículos apenas se han hecho sostenibles, ni hay autobuses eléctricos, ni se apuesta por la bici, ni se corrige definitivamente la cantidad de aceras por las que es imposible andar. 

Tampoco se plantan árboles, al contrario, se talan año a año muchos más de los que planta. De hecho, el año pasado una sola asociación planto 4 veces más que el Ayuntamiento. Tampoco se defienden zonas de gran valor que pueden acabar siendo pasto de nuevas promociones urbanísticas como Montegancedo o el Monte de Pozuelo. Este último no se salvó por la acción de nuestro Ayuntamiento, sino por la presión de la ciudadanía que consiguió parar la Ley Virus que permitía construir allí y lo cierto es que hasta que no sea público, no estará definitivamente a salvo.  

Ni tampoco hay una buena política de ahorro y eficiencia energética e impulso de las renovables ni en edificios y servicios municipales, ni para ciudadanía de Pozuelo. En este sentido, muchos edificios públicos son un auténtico desastre energético, con sistemas de climatización obsoletos o cerramientos y aislamientos pobres y en mal estado. Nada sabemos del plan de rehabilitación de edificios de más de 40 años al que se comprometió el Ayuntamiento, hace ya 5 años, a iniciativa del Grupo Municipal Socialista. Una iniciativa reafirmada hace 2 años de nuevo en pleno, con nuestro apoyo y propuesta de mejora, pero que sigue en un cajón. Y eso ha supuesto que se hayan perdido millones de euros que venían del Gobierno de España para aislar fachadas, tejados, cambiar equipos de climatización o ventanas tanto en Pozuelo Pueblo como en la Estación. Muchos millones de euros, que otros municipios sí están distribuyendo y permitiendo que muchos vecinos y vecinas de viviendas de más de 40 años puedan ir acometiendo obras que las aíslen y reduzcan así el consumo y por tanto las emisiones.

Por eso, desde el PSOE de Pozuelo esperamos, aprovechando la COP26, que el PP de Pozuelo deje de perder el tiempo y se comprometa de verdad con la realización de un plan de acción que propusimos hace años, que ahora anuncia, pero del que no sabemos más. 

Que se comprometa en hacer de Pozuelo una ciudad que apueste de verdad por la movilidad sostenible, la eficiencia energética, las energías renovables y aumente y defienda sus zonas verdes. Una ciudad verde no lo es por tener muchas praderas. Al contrario. Ni por tener muchas flores o plantas en las medianas.

Por eso, le pedimos que deje de dedicar tiempo de nuestros trabajadores a poner flores en determinadas rotondas y se ponga en serio a lo que toca. Que deje de asfaltar calles que están bien y haga carriles bici, que apenas lo hay. Que exija autobuses eléctricos, que cambie toda su flota de vehículos, así como la de las empresas que nos prestan servicios también por vehículos eléctricos. Que plante árboles en alcorques vacíos, que los hay que llevan años sin ellos, y en parques y zonas verdes. Que se plante ante los intereses urbanísticos y no permita que se talen enormes zonas de pinos o encinas en determinadas zonas de nuestra ciudad como puede suceder pronto.

En definitiva, que se comprometa en hacer de Pozuelo una ciudad abanderada y ejemplar en la lucha contra el cambio climático. A día de hoy no lo es ni de lejos y nos estamos jugando el futuro de nuestro planeta.  

Helio Cobaleda
Viceportavoz Grupo Municipal Socialista



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