6 consejos para que tu viejo coche se sienta como nuevo
Como cualquier bien que se precie, debes cuidar tu coche como si se tratase de un miembro más de la familia. Todo lo que se cuida bien dura mucho.
Revisiones, limpieza, diversas manutenciones… Todo es importante. Y aquí te vamos a contar qué es lo que debes tener en cuenta.
Restaura los faros
El paso del tiempo y los fenómenos meteorológicos harán que debas llevar esta acción a cabo. Además, estéticamente es esencial para que tu coche luzca bien.
Lo puedes hacer con muy poco presupuesto. Primero, debes lijar el faro para sacarle las impurezas. Más adelante, limpia a fondo con agua y jabón. Por último, aplica polímero líquido y deja reposar para finalmente aclararlo correctamente. También se pueden considerar otros métodos igualmente válidos.
Cambia el aceite regularmente
El aceite es esencial para que el ‘corazón’ mecánico de un coche funcione durante muchos años. La fecha del cambio dependerá de la antigüedad del automóvil.
Antes de cambiarlo debes asegurarte de que el motor esté completamente frío. También debes meter un par de veces la varilla de medición para asegurarte del nivel del aceite. Dependiendo de la cantidad restante y del color decides si lo cambias o no.
Recupera los plásticos exteriores
La parte exterior es la que más daño sufre al estar expuesta a la intemperie. Y es que son muchas las piezas de plástico que componen nuestro coche: manillas, salpicadero, rejillas de aire acondicionado, etc.
Para tenerlos como nuevos deberás limpiar primero a fondo el automóvil. Y para poder renovar esos plásticos completamente, te recomendamos aplicar un lubricante de silicona y extenderlo con un paño de microfibra. Pule bien y ya estaría.
Usa correctamente el climatizador
El clima en el que nos encontremos afectará notablemente a la conducción. Un excesivo frío o calor puede hacer que nos descentremos y podemos terminar teniendo un grave accidente.
Además, el climatizador influye directamente en el consumo de combustible. Entre un 15 y un 20% más se consume al usarlo. Cuando sea posible, debes abrir las ventanillas y aprovechar el aire del exterior para no gastar de más.
Trata los daños de la pintura
Raro es el caso en el que nuestro automóvil no sufra ni un solo roce. Una simple piedra que impacta con tu coche o alguien cuya conducción sea mejorable… Cualquier cosa puede dañar la pintura de la carrocería.
Si el daño es mínimo, puedes arreglarlo tú mismo en casa. Coge un pincel de pequeño tamaño e intenta buscar una pintura que sea del mismo tono que tu vehículo. De ser grave, siempre te quedará la opción del taller.
Evita arranques en frío innecesarios
Por todos es sabido que las prisas nunca son buenas. Los arranques rápidos en frío son como apostarlo todo a una corazonada en un Casino online, algo muy peligroso, ya que no estás dando tiempo a tu cerebro para pensar. Lo mismo le pasa a tu motor.
El frío externo hace que el aceite no lubrique bien, por lo que debemos mantener el motor al ralentí entre 1 y 2 minutos. Así podrá entrar en calor y volver a funcionar correctamente. De no hacerlo, corres el riesgo de que el motor se “gripe” y no puedas usar tu coche.
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