La Justicia valida las grabaciones que muestran el trato degradante a los niños de la Guardería Pecas
La Audiencia Provincial de Madrid ha validado las grabaciones de las cámaras de seguridad de la Guardería Pecas de Pozuelo, desestimando las alegaciones de las empleadas investigadas que intentaban invalidarlas. Estas imágenes, junto con el testimonio de una estudiante en prácticas, fueron cruciales para destapar presuntos malos tratos a niños pequeños.
En el auto, los magistrados confirman la validez de las grabaciones y la orden de alejamiento impuesta por la jueza instructora del caso, María del Carmen Neira, a dos de las imputadas respecto al centro infantil.
Las imágenes muestran a las cuidadoras tratando a los niños de manera brusca, empujándolos contra colchonetas, presionándoles la cabeza y cubriéndolos completamente con sábanas, con el riesgo de asfixia. Estos vídeos, visionados por las familias afectadas en febrero, son considerados por los magistrados como prueba de un trato degradante hacia los niños.
Las defensas de las imputadas han argumentado que las grabaciones son defectuosas y no permiten identificar claramente a las personas, además de carecer de sonido, lo que, según ellos, distorsiona los hechos. Sin embargo, la Sala ha rechazado estas alegaciones, afirmando que la calidad de las imágenes es suficiente para identificar a las cuidadoras y demostrar el trato inapropiado.
La jueza María del Carmen Neira está investigando a seis extrabajadoras del centro, incluyendo a la directora, por presuntos delitos de trato vejatorio, omisión del deber de socorro y lesiones, entre otros. La acusación particular ha sostenido que las imágenes muestran un trato atentatorio contra la integridad de los niños, especialmente grave durante las siestas.
Los testimonios de los padres también han sido reveladores. En febrero, algunos progenitores declararon sobre el estado de sus hijos, mencionando secuelas por lo sucedido. Una madre reconoció a su hijo en un vídeo donde llora desconsoladamente sin recibir atención de las cuidadoras.
La Guardería Pecas cerró sus puertas el 15 de febrero debido a irregularidades urbanísticas detectadas por el Ayuntamiento de Pozuelo, operando sin licencia en cinco construcciones. El caso afecta a 21 niños de hasta tres años, presuntas víctimas de vejaciones y malos tratos.
Entre los menores afectados, se encuentran hijos de famosos futbolistas como Álvaro Morata, Antoine Griezmann, Saúl, y Mario Hermoso, así como de cantantes y empresarios de la zona. La investigación comenzó tras las denuncias de una trabajadora en prácticas que grabó clandestinamente los malos tratos y humillaciones a los menores, entregando los vídeos a la Policía Nacional de Pozuelo de Alarcón.
La Policía Nacional detuvo en diciembre a tres trabajadoras por presunto maltrato, quedando en libertad con medidas cautelares tras declarar ante la jueza. Anteriormente, el 23 de noviembre, otras dos empleadas fueron detenidas, siendo una de ellas presunta autora de los hechos y la otra su cómplice.
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