Por qué más aborto
Zapatero dice que si los padres supieran que sus hijas de 16 años están embarazadas y quisieran abortar podrían producir "una interferencia determinante en su decisión" y que, como "Es su decisión, no privemos ni hagamos interferencia donde la decisión libre es de la mujer".
La cuestión es entonces: ¿Por qué hace como cabecilla político lo que dice que no puede hacer como padre? Ciertamente él se considera legitimado para interferir diciendo a niños y mayores dónde y cuándo pueden fumar, en qué idioma tienen que estudiar para favorecer al cacique de turno, cuántos impuestos tienen que pagar sus padres al gobierno para comprar votos con sus”políticas sociales”, que tendrán que pagar la Seguridad Social aunque el gobierno la arruine... Pero como padre debe dejar que sus hijos hagan lo que quieran.
Ahora bien, decir que algo es un derecho cuando está tipificado en el código penal como un crimen no puede entenderse más que como una alucinación de quien carece de creencias.
Es también la consecuencia del igualitarismo radical que defiende ZP, igualitarismo radical que es igual a comunismo pero aplicado al expolio de la sexualidad y no sólo de los bienes de producción (como hizo el criminal modelo socialista que fracasó en la Unión Soviética y demás países). Ahí se ve el poderoso interés del gobierno en el aborto. Usurpa el derecho a los padres para quedárselo él; los padres no gozarán de la honrada procreación de sus hijos pero el gobierno sí se beneficiará de la acción criminal de los menores.
* Juan Antonio Martínez Muñoz es profesor titular de Filosofía del Derecho de la Universidad Complutense de Madrid.
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