Vivan los advenedizos

En todas partes hay advenedizos*. Y no sólo en la política. Y no sólo en Pozuelo, aunque también. No estoy hablando ahora de cierto personaje, entendido en el arreglo de electrodomésticos, que busca desde hace años el poder a toda costa con todos los recursos a su alcance: arrimándose a diversos partidos políticos o montando periódicos que duran poco. Hablo ahora de otro personaje pintoresco, pero éste de Majadahonda, al que se le ve últimamente mucho por nuestro municipio.

Es muy joven, con el look de ‘chico sobradamente preparado’. Vende humo. Se mueve con un flamante Mercedes, que le ha debido de comprar papá, pues no se le conoce oficio ni beneficio. Bueno, beneficio lo intenta. ¿Su tarjeta de presentación?: noséqué cargo dice tener en una tienda de muebles de cocina con nombre italiano. Estudios de noséqué en la Francisco de Vitoria. También brujulea por la asociación de comerciantes de Majadahonda.

Ahora ha decidido desembarcar en Pozuelo. Se le da bien eso de decir «vengo de parte de», «soy amigo de», y así le van abriendo alguna que otra puerta. De hecho ya ha conseguido hacer relaciones en la concejalía de Promoción Económica, y creo que también en el departamento de Comunicación. Se ha presentado a varios concejales. Y va avanzando. ¿hacia dónde? Lo veremos en poco tiempo si nadie le para. Creo que está intentando crear un periódico digital. Pero... no es periodista. Entonces, ¿con qué fin?

El mismo fin que el de todos los advenedizos: buscar pértigas para ganar poder, influencias, dinero... pero ni el amor a la verdad, ni el servicio a los demás, ni la preocupación social están entre sus valores.

Hay más advenedizos en nuestro municipio. No desesperen: les iremos contando.

* Para facilitar la comprensión de este artículo a esos advenedizos copio la definición de la palabra:advenedizo, za. adj. y s. Que llega a una posición que no le corresponde o a un lugar en el que le consideran extraño.