Pozuelo se convirtió en un infierno

Al parecer, una pelea de jóvenes recibió una reacción de la Policía Nacional que algunas personas consideraron desmesurada. La policía sostiene que se vieron obligados a actuar como lo hicieron. Pozuelo de Alarcón fue durante unas horas una auténtica batalla campal.

Pozuelo se vestía de fiesta. Las fiestas patronales arrancaban y lo que debía ser un ambiente festivo se convirtió en un auténtico campo de batalla. Según varios testigos unos policías tuvieron que separar a unos menores que se estaban peleando. «Estaban llenando de porrazos a un joven que, por lo visto, se había metido a separar una pelea de niñatos». Y ese fue el inicio. Una disputa. Un enfrentamiento entre jóvenes en el Camino de las Huertas recordó escenarios de enfrentamientos callejeros de la izquierda abertzale contra la Ertzaintza o a los mismísimos suburbios parisinos con la quema de coches de la benemérita.

Tras la acción policial, los amigos del joven junto a otros que se encontraban realizando ‘botellón’ cerca de ellos comenzaron a increpar a las Fuerzas de Seguridad. Todo empezó a caldearse. Los agentes se sintieron amenazados y comenzaron a disparar pelotas de goma al aire. La gente corría temerosa mientras otros decidieron responder.

Según el secretario general de Madrid de la Unión Federal de Policía -UDF-, Alfredo Perdiguero había, tan sólo, 16 agentes en servicio aunque «no vale de nada decir que el dispositivo estaba mal planificado», según el agente.

Los policías intentaron repeler a todos aquellos que se ponían por medio. «Los policías pegaban porrazos a todo el que se ponía en su camino aunque te acercaras con los brazos en alto». Quizá este hecho hizo que muchos más jóvenes se sumaran a la reyerta. Y los pocos efectivos que había desplegados no pudieron frenar a los violentos.

Acorraladas por el lanzamiento de botellas, piedras y todo lo que podían alcanzar, las Fuerzas de Seguridad no tuvieron más remedio que pedir ayuda a los ‘Centauros’ de la Comunidad de Madrid. Estos, realizaron varias detenciones pero lejos de relajar la situación todo fue a más. Rompieron papeleras, contenedores y marquesinas; y además, se quemó un coche de la Policía Nacional -un vehículo zeta- totalmente, otros dos fueron dañados por pedradas, dos vehículos camuflados han quedado muy dañados y otra furgoneta de las Unidades de Intervención Policial, mostraba aparatosos destrozos.

Sobre las cuatro de la mañana, dos horas después del inicio de los altercados, doscientas personas acudieron hasta los aledaños de la Comisaría de la Policía Nacional en el Camino de Las Huertas. Los violentos decidieron asaltar la misma. Intentaron saltar el muro perimetral pero los efectivos nacionales pudieron frenar el allanamiento. sindicatos de policía consideran tercermundista que se intentara acceder a la comisaría.

Sobre las siete de la mañana y ya junto a los refuerzos se redujo a los radicales. Veinte personas fueron detenidas, siete de ellas menores, y tan sólo, dos de ellas eran vecinos de Pozuelo de Alarcón. Por su parte, diez agentes resultaron heridos, dos de ellos de gravedad.

El PSOE de Pozuelo ha querido manifestar «su más enérgica condena». Asimismo reclama «al equipo de gobierno del Partido Popular que se replantee la actual configuración de las fiestas patronales».

Por otro lado el alcalde ha querido destacar que «tan sólo dos de la veintena de detenidos son pozueleros. El resto son de localidades limítrofes y el resto, la gran mayoría de Madrid». Aseguró que no se suspenderán el resto de actos previstos y pide «reforzar la presencia policial para garantizar la seguridad».

Así terminó, con detenidos y heridos, el primer día unas fiestas patronales de Pozuelo de Alarcón que nunca serán las mismas desde la madrugada del 6 de septiembre de 2009.