Libros sapienciales
Una putada es también que el día en que despedimos a un hombre ilustre como Sabino Fernández Campo aparezca en nuestras vidas, sin solución de continuidad, Manuel Cobo. El general fue siempre un tipo ejemplar, culto, prudente, inteligente. Cobo, no. En el colegio no fuimos preparados para este tipo de saltos. Al vacío. Hay quienes tienen suerte en la vida y su trabajo les mezcla con el de sus héroes. No es mi caso. Con todas las cosas buenas que hay en el mundo, yo pierdo mi tiempo escribiendo sobre gente insignificante. Ayer, la concejal de Pozuelo, Yolanda Estrada. Hoy, Manuel Cobo. Decía Montaigne que los hombres que ostentan el poder siempre parecen inteligentes. Pero Montaigne ni conocía a Estrada ni al vicealcalde del Ayuntamiento de Madrid. Debimos escuchar más a Sabino, pero no lo hicimos. Y ahora tenemos que desayunarnos con Cobo. Lo tenemos merecido.
En su supuesta entrevista en El País comienza citando a Bertold Brecht donde debería citar a Martin Niemoeller. No es un buen comienzo. Nos avisa de que sus estanterías intelectuales no están muy bien equipadas. Aunque eso no importa mucho. Lo peor es el idioma que habla. ¿Alguna idea? ¿Alguna solución? ¿Alguna propuesta destacada? No. Todo se reduce a vómitos y gestapillos. Muy edificante. Dos páginas bochornosas en el periódico amigo de Gallardón, aunque enemigo de Rajoy y del PP. Siempre ayudando. "¡Al suelo, que vienen los nuestros!", solía decir el ministro Pío Cabanillas. Al menos, hemos descubierto que Cobo se codea con Zapatero, a quien da consejos y con el que se hace fotos. Alucinante. Y nosotros sin saberlo.
Es comprensible pues que Rajoy recordara a Job para dejar claro que su paciencia se está agotando. Supongo que el cuerpo le pedía decir que empezaba a estar hasta sus partes. Hasta ahí mismo, sí. De los destrozos de Aguirre, Gallardón, Costa y Cobo, entre otros. No es para menos. A pesar de la insolvencia de Zapatero, pueden llevar al PP al naufragio. Está bien revisitar la Biblia de vez en cuando. Los libros sapienciales del Antiguo Testamento son una joya. Están repletos de imprescindibles enseñanzas. Para otro día le sugiero el siguiente aviso para navegantes, recogido precisamente en el libro de Job (38:11): «Llegarás hasta aquí y no pasarás; aquí se quebrará la soberbia de tus olas». Destinatarios no le van a faltar.
No estamos ante una batalla más. Aunque esa batalla sea por hacerse con una pieza de la envergadura de Caja Madrid. Estamos ante una guerra abierta para demostrar quién manda en el PP y quién será el cartel en las próximas Elecciones Generales. Está quedando claro que Aznar y Cascos se fueron antes de tiempo. Todo el mundo sabe que a ellos jamás se les habría revuelto el gallinero de esta manera. Este desastre podrían arreglarlo en un par de tardes. Y aunque la hipótesis del retorno aún se mantiene muy lejana, Aznar y Cascos ni están, ni se les espera. De momento.
Así está el fuego. Buenos días y buena semana, amigos.
jacobodemaria2@gmail.com
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