¿Valle de las Cañas o Valle de las Lágrimas? (Opinión - Capitán Possuelo)
Pero, haciéndome el ocurrente como se lo hizo el concejal De Costa cuando dijo aquello de caña al Valle de las Cañas, las cañas del valle empezaron a volverse lanzas cuando el Ayuntamiento se gastó lo que tenía y lo que no tenía en el maravilloso deportivo y dio paso al mamoneo. Un mamoneo que ha sido intolerable en la mayoría de las ocasiones. La construcción del aparcamiento, por ejemplo, experimentó tantas y tan cuantiosas modificaciones que su precio se convirtió en astronómico y eso que su construcción era más simple que el mecanismo de un chupete. Total, para que los domingos, cuando se juntan un partido de rugby y otro de fútbol femenino, haya que aparcar el coche en la acera de La Finca con el peligro que ello pueda llevar, ya que ahí, como poco, te retratan para comprobar si eres un ciudadano de bien que va a ver jugar a su hijo o eres un salteador de caminos o de vallas. Vaya toalla con el gueto de oro que han montando en La Finca.
Pero a lo que iba. No acabó el mamoneo de El Valle de las Cañas con la construcción del aparcamiento de la Señorita Pepis, lo bueno vendría cuando se convocó un concurso público para que se gestionase privadamente -cosa que está muy bien a mi manera de entender-, pero que me es imposible comprender porque ningún medio de comunicación me ha explicado qué ganaba el Ayuntamiento con esa privatización de la gestión y, sobre todo, qué ganaban los ciudadanos. Porque aquí lo único que se sabe de esa privatización es que se ha subcontratado la utilización de la Joya de la Corona del Deportivo, que es el pabellón cubierto, del Real Madrid de baloncesto.
¿Qué le da el Real Madrid a Pozuelo aparte de disgustos a los atléticos? ¿Acaso le da abonos a alguna autoridad para ver el Real Madrid de fútbol y hay que devolverle el favor? Porque abonos rumbo a Pozuelo salieron del Bernabeu en tiempos del inefable Ramón Calderón. De eso no hay duda alguna.
Dice el concejal De Costa que el Real Madrid paga 100.000 euros -supongo que al año- por el uso del mencionado pabellón. Supongo también que se los pagará al Ayuntamiento. Y eso también está muy bien. Pero entonces ¿para qué se hizo el pabellón? ¿Para que el Ayuntamiento sacase pasta o para que lo usasen los vecinos que lo financiaron con sus impuestos? Si es para sacar pasta que nos bajen los impuestos. Sería lo justo.
Me temo que el Valle de las Cañas se ha convertido ya en un Valle de Lágrimas para los pozueleros. Pero, ojo, porque ese valle también puede convertirse en el de los muertos. En ese Valle se está cavando su fosa el concejal De Costa y, con él, quién sabe si también está cavando su fosa el propio alcalde, si no vigila de cerca los pasos del concejal. Porque todo en él es muy raro y desconcertante.
Es cierto que el tratado de supervivencia política de don Ignacio ya es un clásico en las facultades de Ciencias Políticas y en los Clinic de cachorros de distintos partidos e, incluso, se está convirtiendo ya en el nuevo libro de cabecera de los aspirantes a políticos sustituyendo a El Príncipe de Maquiavelo por la forma tan clara con la que explica cómo echarle la culpa de sus errores a los demás. Aunque eso en Pozuelo ya no cuele porque el concejal De Costa está ya más quemado que el cenicero de un bingo.
Y es que no se puede convertir el Valle de las Cañas en la nueva Finca del deporte de élite de Madrid y salir impune. Pero qué se puede esperar de un concejal de Deportes que va a hacer deporte al gimnasio Body Factory, que es privado...
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