El velo de Najwa: en boca de todos
Creíamos que España iba a escapar de la polémica sobre el pañuelo islámico en la que estaban inmersos algunos países europeos. Pero la decisión de la joven de 16 años, Najwa Malha, de acudir a su instituto con el 'hiyab' ha abierto la veda. Ahora todo es un hervidero de opiniones enfrentadas sin ninguna solución clara a la vista.
Apoyo al instituto
Partidos políticos, asociaciones de todo tipo, la Iglesia, la opinión pública...todos se han manifestado acerca del controvertido tema.
Esperanza Aguirre fue una de las primeras en terciar en la controversia surgida en el instituto de Pozuelo, declarando que «no se debe llevar la cabeza cubierta dentro de los centros educativos» pero que «respeta la autonomía y libertad de cada centro» para imponer su propio reglamento interno.
Esta opinión ha sido secundada por su número dos, Francisco Granados. Por la portavoz del Grupo Popular en el Congreso de los Diputados, Soraya Sáenz de Santamaría, la cual declaró que la niña tenía que amoldarse a «las normas del colegio». Por la diputada y líder de UPyD, Rosa Díez, que además se muestra partidaria de prohibir el velo islámico en espacios públicos. También, en esta línea hemos podido escuchar la opinión del defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, Arturo Canalda. No le encuentra ningún reproche desde el punto de vista legal a la decisión del instituto de Pozuelo, y ha argumentado que «no están poniendo en una situación de inferioridad a la niña, porque el derecho a la Educación lo tiene garantizado».
Apoyo a Najwa
Pero también encontramos una postura totalmente opuesta, en apoyo a la decisión de Najwa y contraria a la negativa del instituto de no dejarla acudir con el 'hiyab' y obligarla por ello a cambiar de centro.
Ésta es defendida en primer lugar desde el Gobierno. El ministro de Educación, Ángel Gabilondo, se ha mostrado partidario de la asistencia a clase de la niña con el velo islámico ya que, en su opinión, el derecho de la educación «está por encima de todo». El secretario general del Partido Socialista de Madrid, Tomás Gómez, ha reclamado la apertura del debate sobre el laicismo en España con el objetivo de prohibir cualquier símbolo religioso o ideológico en la escuela, pero siempre bajo el predominio del derecho a la escolarización. Y desde el Ayuntamiento del municipio, Eva Izquierdo, portavoz del grupo socialista, ha manifestado que a su juicio «por encima de todo debe prevalecer el derecho a la educación».
Otros partidos como IU, mediante su portavoz en la Asamblea de Madrid, Gregorio Gordo, también se han posicionado de este lado de la polémica, afirmando que lo importante es proteger en todo momento los derechos de los menores y garantizar su correcta escolarización.
La Confederación Española de Padres y Madres de Alumnos -CEAPA- también ha manifestado su opinión al respecto. Su presidente, Pedro Rascón, ha declarado que «no se debe imponer una sanción del calibre de privar a un alumno a estar escolarizado ya que el derecho a estarlo debe primar por encima de todo».
La voz de la Iglesia
La Iglesia también ha tomado parte en la discordia. Durante una de sus comparecencias, el portavoz de la conferencia Episcopal Española, Juan Antonio Martínez Camino, recitó el artículo 16.1 de la Constitución, sobre la libertad ideológica, religiosa y de culto de los individuos. De este modo, aunque no de manera explícita, defienden la libertad de lucir signos religiosos.
Se trata de un asunto de difícil solución, pero que tarde o temprano iba a surgir. Najwa y su determinación solo han sido el detonante, la punta del iceberg de un conflicto que se ha de resolver de manera consensuada.
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