Eurovegas, de entrada, sí

Desde hace unos meses, el Gobierno de la Comunidad de Madrid está desplegando una gran actividad diplomática para conseguir el proyecto del multimillonario propietario de casinos norteamericano Sheldon Adelson de crear una ciudad del ocio en Europa en el término municipal de Alcorcón. El complejo estaría ubicado sobre una superficie equivalente a 1.000 campos de fútbol, donde se levantarían 12 hoteles de lujo, tres campos de golf, decenas de restaurantes, nueve teatros, una sede permanente del Cirque du Soleil y seis casinos, que albergarían 1.000 mesas de juego y 18.000 máquinas recreativas.

La inversión sería de 20.000 millones de euros (7.000 millones en una primera fase) y crearía 260.000 puestos de trabajo, de los cuales 164.000 serían directos en la propia Eurovegas.

A cambio, lógicamente, Sheldon Adelson exige una serie cambios legislativos que obligarían, a priori, a cambiar una serie de leyes estatales, autonómicas y locales e, incluso, alguna directiva europea. Sus pretensiones, al parecer, van desde permitir fumar en el interior de sus casinos hasta relajar la legislación sobre blanqueo de capitales, obtener una exención importante de sus obligaciones fiscales y laborales, sin olvidar una dotación de infraestructuras para garantizar sus comunicaciones. Por supuesto, todo es negociable.

Como es natural, con cifras tan brutales, el debate está servido en todas sus dimensiones. Desde sus aspectos morales hasta sus aspectos sociales o económicos.

Lo que me extraña es la postura cerril de la izquierda española ante el proyecto. Parece, incluso, que le molestara hasta la irritabilidad. Claro que a la izquierda española siempre le parece mal lo que no hace ella. Incluso, hubo un tiempo que le pareció mal entrar en la OTAN. OTAN, de entrada, no. Luego, cuando estuvo en el poder, cambió de opinión y fue que sí. Y, como este proyecto le parece mal porque no es suyo, está moviendo sus terminales mediáticas para que la opinión pública sea contraria a la creación de 260.000 puestos de trabajo, por ejemplo.

La izquierda española y, especialmente, la izquierda madrileña es tan obtusa que sólo ve en este macro complejo el aumento de la prostitución y el vicio. Es incapaz de ver que un negocio así es mucho más porque incluye, además de la creación de muchísimos puestos de trabajo, ferias, congresos, eventos deportivos, compras, ocio y entretenimiento con la puesta en marcha de tres campos de golf, decenas de restaurantes, nueve teatros y una sede permanente del Cirque du Soleil, por poner sólo unos ejemplos. Pero, además, no sólo para España sino para toda Europa. Y, si se me fuerza, para todo el mundo.

Si será importante el proyecto, que la Generalidad catalana anda como loca buscando soluciones para que Eurovegas se instale en las Cercanías de Barcelona.

La decisión se conocerá, aproximadamente, dentro de un mes y medio y espero que Adelson elija la Comunidad de Madrid. Es muy importante que así sea porque, eligiendo Madrid, se beneficia a toda España. Y no sólo, insisto, por los puestos de trabajo que va a crear o la riqueza que traerá a todo lo que lo rodea sino porque ayudará a cambiar el modelo económico de España, acercándolo a su auténtica realidad. Porque este país, desgraciadamente, no es industrial sino de servicio. La poca industria automovilística que tenemos es totalmente extranjera y se terminará yendo de España, por poner un ejemplo.

En este país, lo que debemos potenciar es el turismo desde todas sus vertientes de sol y playa, gastronómico o cultural e, incluso, de entretenimiento y ocio. Y dedicar los beneficios a la investigación para convertirnos en una potencia en investigación energética o sanitaria, por poner sólo otros dos ejemplos.

Olivo Cortés

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