fbpx

Susana Pérez Quislant y el juego político

 

El nombramiento de Susana Pérez Quislant como primera teniente de alcalde, tras la renuncia de Diego Lozano, ha sido una gran sorpresa para los pozueleros. Una vez más, salvo para El Avispa, los caminos de Paloma Adrados han demostrado ser inescrutables.

Nadie podía imaginar que la alcaldesa de Pozuelo pudiera nombrar a Pérez Quislant para un puesto tan delicado y, más, cuando se había planteado, en la calle, la posibilidad de la alcaldesa se decantase por Isabel Pita por aquello de la crisis y la gestión de cuentas o por alguien de la casa por aquello de hacer un guiño a los pozueleros. Entendiendo por alguien de casa a los concejales que son vecinos del pueblo. Pero no fue así. Adrados optó por nombrar a la concejala de Urbanismo, Vivienda y Patrimonio. Eligió a una mujer especializada en la gestión y en el conocimiento de la Administración municipal, que por algo ha sido gerente del Distinto Centro y del Distrito Retiro de Madrid que no son moco de pavo, como se dice vulgarmente.


Debo reconocer que su nombramiento será un acierto si la señora Adrados ha pensado en ella para resolver el tapón que tiene el Ayuntamiento en ARPO ya que Susana, además, es la concejala responsable de esa área. Y, si es así, su designación es algo digno de destacar porque significa que, en los próximos meses, se va a llevar a cabo un impulso importante a ese interminable problema.

Pero ser primera teniente de alcalde en Pozuelo es mucho más que buena gestión. Asumir ese cargo es también ser concejal de Presidencia y coordinadora de todas las concejalías y eso es un plus muy importante que lleva consigo.

Todo el mundo que conoce a Pérez Quislant dice que es trabajadora (currante, dicen en el ayuntamiento), que sabe más de la Administración local que los ratones 'coloraos' y que es una gran negociadora hasta donde ha podido demostrar, aunque, acostumbrada a ser gerente, a veces actúa como gerente y no como político. Y eso es malo para el delicado puesto que acaba de asumir. Un gerente está acostumbrado a decir que no para llevar a cabo su gestión y para un político es fundamental pensar que hay que hacerlo de alguna manera. Y hay quien asegura, dentro del propio Consistorio, que no le será fácil pasar de una cosa a la otra. Que no es sencillo pasar de la rigidez del gerente a la flexibilidad del político, porque ahora el cargo de Susana es el de un político flexible que negocia desde la habilidad, desde el talante, desde la delicadeza, desde la destreza, incluso, desde la astucia ya que es difícil coordinar a todas las tenencias de alcaldía sin ejercer de cabo de vara. Porque la dureza en política sólo lleva consigo el cumplimiento obligado, no el cumplimiento eficaz, que es algo muy distinto.

No quiero decir con esto que Susana Pérez Quislant no esté preparada para llevar a cabo esa función con todos sus atributos. Lejos de mí semejante pensamiento, sólo reflejo aquí lo que lo que se dice en la calle. Yo estoy convencido de que la señora Primera Teniente de Alcalde de Pozuelo será capaz de eso y de mucho más. Porque ella lo vale, como dice el spot. Incluso, de llevar una relación fluida con los periodistas pozueleros, cosa nada fácil, por aquello de que todos formamos parte del juego político.


José María Bravo


*Este diario no se hace responsable de las opiniones de sus colaboradores ni de las de las cartas al director.

 

Escribir un comentario

Código de seguridad Refrescar

Enviar

Publish the Menu module to "offcanvas" position. Here you can publish other modules as well.