El comercio navideño
Ya se empiezan a conocer los datos de ventas del comercio durante la campaña navideña que representan una caída del 8% con respecto a las de 2011 y de un 47% con respecto a las de 2007, año del comienzo de la "Madre de todas las crisis". Estos datos ponen de manifiesto la profunda debilidad en que está viviendo el comercio de este país y nuestra mala situación económica.
Por otro lado, las previsiones de ventas para estas rebajas que se inician hoy mismo son de una bajada de entre un 3% a un 11% con respecto a las anteriores, lo cual, caso de producirse, no posibilitará la compensación de las ventas no realizadas en la Navidad.
Es cierto que el comercio en general no está en situación de mayores reducciones de precios porque sus márgenes están ya muy aquilatados y su gestión se limita desde hace tiempo a subsistir en espera de que llegue la ansiada recuperación.
Para tratar de paliar esa mala situación, que se perpetúa en el tiempo, hay quienes abogan por un plan para el sector que lo dinamice y que traiga consigo medidas diversas, fiscales, laborales, financieras, formación, etc...
Puede que esa sea una vía para mejorar el sector, y que ese plan junto a medidas como la libertad de horarios y la liberalización de las rebajas, ya realizada, pudieran servir de ayuda a un comercio en decadencia, aunque no deja de ser cierto que no parece que ambas medidas liberalizadoras se estén aplicando ni fomentando desde el propio sector, con honrosas excepciones.
Y la verdad es que creo que no se están aplicando ni fomentando desde el propio sector de forma generalizada porque el problema del comercio español está sustentado en la caída del consumo, que viene motivada por la falta de confianza de los consumidores en el futuro económico que nos pueda aguardar, en el desempleo que nos golpea y en la minoración de las rentas en que vivimos de un tiempo a esta parte, formando todo ello un conjunto que sitúa al consumo en una situación de debilidad extrema.
Por eso, por más planes y recursos que se destinen a la dinamización del comercio y a su liberalización, será todo inútil si la economía española no mejora y cambia la apreciación de los consumidores con respecto al futuro, al tiempo que aumenta la renta disponible de los españoles.
Esa es la razón de que noticias como la bajada del desempleo en diciembre pasado en 59 mil personas sean la medicina reiterada que necesita este país para tratar de superar una visión negativa y cuajada de incertidumbres con respecto al futuro.
Noticias como esa vienen a unirse a las que vienen de Bruselas en referencia a que no se van a pedir ajustes adicionales a nuestro país y otras relativas a los golpes de pecho que ahora se dan responsables del FMI en relación a que han llevado el ajuste demasiado lejos y ahora estamos pagando las consecuencias con un depresión más profunda.
Esperemos que todas estas noticias se plasmen y se amplifiquen, que se tome nota de los errores que se han cometido y se subsanen y que 2013 no sea el año que prevén la mayoría de analistas, sino que sea el año de la recuperación de la confianza en el futuro, que falta nos hace.
José Luís Martín Miralles
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