Eurovegas y David Pérez
A Alcorcón le tocó la lotería de Eurovegas. También hay que decir que se lo ha trabajado. Y lo más importante de todo, que David Pérez, su alcalde, creyó en el proyecto desde el minuto uno y se dejó la piel en conseguirlo.
Por fin, el mayor centro del ocio de Europa va a ubicarse en Alcorcón, ese gran pueblo de Madrid que quiso arruinar y arruinó el socialista Enrique Cascallana. Ese. El mismo que ahora quiere ser amigo de los etarras en el Senado y el que llama 'franquitas' a la Guardia Civil, simplemente, porque no le conocen y pide que se identifique. Claro que eso pasa por no haber llenado la Comunidad de Madrid de pasquines, explicando las barbaridades que este personaje ha venido haciendo en su vida, que ya le vale. La izquierda de este país piensa que la única corrupción que existe es la económica de la 'derecha' mientras que a tropa como el tal Cascallana se le permite todo.
Pero hoy no es el día de los impresentables sino de los que sensatos. Porque de sensatos era ofrecer entusiasmo y rigor para que un proyecto tan importante como Eurovegas viniese a Alcorcón.
Pero hay más. Junto a ese entusiasmo, basado en las realidades que ofrece Alcorcón por su localización, por sus infraestructuras y sus comunicaciones, hay que poner la confianza que David Pérez ha sabido transmitir a los inversores como consecuencia de sus políticas de austeridad. Políticas que han hecho ir del déficit ruinoso de Cascallana a, un año y medio, lograr un superávit en las cuentas. Y eso ha proporcionado credibilidad, seriedad y estabilidad institucional.
Y es que, pese a la campaña que ha montado la izquierda (lo de Tomás Gómez es penoso), en Alcorcón se va a crear empleo en poco tiempo. Y eso es muy importante. Y no sólo en Alcorcón. Porque Eurovegas, posiblemente, sea el mayor foco de creación de empleo y de inversión que haya en Europa en estos momentos. De hecho, los alcorconeros no han tardado ni un minuto en ponerse manos a la obra y ya hay más de 4.000 solicitudes de empleo y subiendo.
Por lo tanto, no entiendo la postura de la izquierda. Y no lo entiendo porque en el complejo, que ocupará una superficie equivalente a 1.000 campos de fútbol, se levantarán 12 hoteles de lujo, tres campos de golf, decenas de restaurantes, nueve teatros, una sede permanente del Cirque du Soleil y seis casinos, que albergarían 1.000 mesas de juego y 18.000 máquinas recreativas.
La inversión sería de 20.000 millones de euros (7.000 millones en una primera fase) y crearía 200.000 puestos de trabajo, de los cuales 90.000 serían directos en la propia Eurovegas, y el resto en empresas auxiliares. Cifras brutales. Sobre todo, si pensamos que, mes a mes, estamos conociendo cifras de millones de parados.
¿Qué problema hay, entonces, con este complejo si se respetan las leyes?
Y no me vengan con el tema de si se puede o no fumar en él porque eso es de catetos. En miles de restaurantes de España está permitido fumar como clubes privados. Y menos aún permito que me cuenten lo de la prostitución y las mafias porque esa es una pandemia universal... ¿O es que el Madrid actual está libre de pecado?
No me puedo creer, de verdad, que la izquierda española sea incapaz de ver que un negocio así es mucho más que vicio porque lleva consigo la celebración de ferias, congresos, eventos deportivos, compras, ocio y entretenimiento. Pero no sólo para españoles sino, también, para toda Europa. Y eso significa dinero. riqueza para España.
Además, y ya puestos, Eurovegas ayudará a cambiar el modelo económico de España, acercándolo a su auténtica realidad. Porque, en este país, lo que debemos potenciar es el turismo desde todas sus vertientes de sol y playa, gastronómico, cultural o de entretenimiento y ocio.
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