Alivio fiscal
Por Pedro Delgado.
Porque la oportunidad llegó después, cuando ya se habían elaborado los presupuestos 2014 de Pozuelo de Alarcón, ha merecido la bajada del IBI su titular exclusivo y prenavideño, y no entre otras medidas de la rebaja fiscal por la que se apuesta desde el equipo de gobierno local, muy en línea, por otra parte, con la política tributaria común que caracteriza a todos los consistorios madrileños del Partido Popular. En este caso, la alcaldesa, Paloma Adrados, concreta ese compromiso personal de rebajar "cuando sea posible" los impuestos, tal como figura en su programa electoral.
Ha sido posible ahora, y no antes, porque la ley que ampara esta rebaja es la 16/2013 del 28 de Octubre, según la cual el Ayuntamiento debía solicitar... antes del 15 de noviembre... unos coeficientes de actualización de los valores catastrales para no aplicar el incremento estatal de 2011(prorrogado, por cierto para los ejercicios de 2014 y 2015) y bajar el tipo impositivo. De manera que imaginen cómo habrán transcurrido esos días y los siguientes, hasta ahora y desde entonces, en el despacho de la segunda teniente de alcalde y concejal de Hacienda, Isabel Pita, y en el de la propia alcaldesa, enfrentada, por cierto, en la posterior rueda de prensa, a la imposible explicación técnica de una medida que depende, entre otras variables, del farragoso asunto de la revisión del valor catastral. Asunto sobre cuyo fondo y forma preferimos, por indocumentación y cautela, no opinar, de momento.
Los hechos son que se ha debido acometer en menos de mes y medio una ardua tarea de intrincados cálculos para corroborar que, definitivamente, se puede bajar el impuesto más temido por los comunes mortales, esa "contribución" que nunca viene bien, el IBI. En cuyo próximo recibo, cada hogar se ahorrará 55 euros de media, lo que multiplicado por el número de viviendas da una cifra aproximada de un millón y cien mil euros que, dibujando la metáfora, escapan volando de las arcas municipales para caer, billete a billete, cual pedrea de Navidad, en los bolsillos de los ciudadanos.
Este millón largo de euros que se resta, por otra parte, queda enjugado por el presente superávit próximo a los nueve millones y medio, de manera que no repercutirá negativamente en ningún aspecto de los próximos Presupuestos. Ni se cancelarán proyectos, ni se limitarán ayudas, ni se suprimirán programas por este descenso, que se espera sume para la prosperidad de la ciudad, vía consumo.
Y algo habrá bajado, en fin, Pozuelo de Alarcón en ese ranking madrileño de esfuerzo fiscal absoluto, donde ocupó en 2013 la quinta posición, sobre veinte, de los grandes municipios de la región... Considere, a quien no le convenza el puesto, que nos referimos a la población con mayor renta per cápita de la Comunidad de Madrid.
Pedro Delgado es periodista
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