En Pozuelo también se afincan personas sin techo
Andaba yo el otro día sobrevolando la zona de Huerta Grande y La Poza cuando me topé con un pozuelero singular. Salía de una especie de chabola que se había construido a espaldas del pueblo, donde el viento da la vuelta, lejos de miradas indiscretas –menos la mía- y del control de los Servicios Sociales municipales.
Y ahí vive él: un hombre de mediana edad, en una chabola pegada a una casa en ruinas. Cualquier día le cae una teja encima con desenlace fatal. Ha montado su huertecillo, tapado con unas telas. Y hasta tiene una sombrilla y un cubo de basura.
En fin, que el Pozuelo oculto existe y algunos no lo quieren ver. Estoy seguro de que los servicios sociales de la concejala Pérez Abraham desconocen la existencia de tan singular vecino. Pienso que deberían darse una vuelta por allí, para ayudarle, no para desmantelar el chiringuito. ¿Estará empadronado?
A la espera quedo.
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