Las dichosas cacas de los perros pozueleros
Esto no es un problema del área de Medio Ambiente. Es una cuestión de educación de los dueños de los perros. Con frecuencia aquellos se comportan de manera mucho más animal e insolidaria que éstos.
Si no, ¿cómo es posible que un ser humano saque a su mascota de paseo y no recoja los excrementos que expele en medio de la acera? ¿Es explicable que el dueño de un perro esté tan tranquilo mientras echa su meada justo a la entrada de un portal?
Debería ponerse de moda tirar un cubo de agua al perro y a su dueño desde la ventana cuando un vecino observe estas malas prácticas en la calle.
De este modo se acabarían las campañas de concienciación que periódicamente realiza el municipio. Ya se ve que no tienen la eficacia debida.
O acudir a la prueba del algodón: el ADN del perro. Esto es lo que contempla la nueva ordenanza de limpieza de la ciudad de Madrid.
Otro día hablaré de lo que ocurre con los seis millones -6.000.000- de bolsas de los sanecanes que anualmente dispensa el Ayuntamiento. Quiere decir que cada vecino tocamos a 70 bolsitas al año. O muchos perros hay en Pozuelo o hay alguien que las usa como recipiente para congelar sus alimentos...
Es que hay gente que no está hecha para vivir en sociedad.
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