Vestigios cochambrosos de aquella movida pozuelera en la calle Norte

El Bar Norte en Pozuelo es un icono para toda una generación del municipio. Para los que les gusta la Quedada Generacional en las fiestas de Pozuelo. De hecho, en la primera edición del evento, el bar volvió a abrir. Pero era un espejismo. Nunca más lo hizo.

Y la gente de 40 para arriba recuerda con agrado la calle Norte llena de gente, los minis, el buen rollito... la movida pozuelera. Eran otros tiempos, ni mejores ni peores. Simplemente otros.

Ahora nos encontramos una plaza vacía los fines de semana, unas calles que la circundan en las que casi no hay jóvenes. Un centro del pueblo muerto cuando el Ayuntamiento permanece cerrado. Y es que ya somos Gran Ciudad.

Quizá el símbolo de ese espíritu mortecino sea la situación actual del Bar Norte. Más aún, de su luminoso que otrora llamara a la diversión juvenil. Ese cartel está ahora cochambroso, cayéndose literalmente, con el riesgo cierto de aporrear la cabeza de alguno de los que consumían allí sus minis. Me lo dijo un lector nostálgico que sigue viviendo en el centro de Pozuelo.

En fin... dosis de nostalgia. Lo que no es de recibo es que el cartel siga así de cutre. O lo restauran como parte de nuestra historia (contenga el lector, por favor, la carcajada pensando en el lavadero de La Poza) o el Ayuntamiento exige a los dueños del local que lo quiten de inmediato.

Este bonito recuerdo no puede acabar convirtiéndose en un símbolo de la desidia y el abandono, como si cualquier tiempo pasado hubiera sido mejor.