"Campeones" de Pozuelo de Alarcón
Soy el padre de uno de los muchachos discapacitados psíquicos que juegan la liguilla de baloncesto de la Comunidad de Madrid, con el equipo de la Fundación Estudiantes de Pozuelo.
Mi hijo lleva tres años jugando en este equipo y se encuentra muy satisfecho. Hace tres semanas ganamos (ganaron ellos) el primer partido en estos años. Chicos, familiares y hasta la segunda entrenadora lloraron de emoción.
Cuando los padres hemos ido a acompañar a jugar de visitantes a nuestros hijos, a otros pabellones como Alcorcón, El Pozo, Canal de Isabel II oSan Blas, nos hemos encontrado instalaciones muy aceptables para la práctica deportiva y para los espectadores.
En el pabellón “Carlos Ruiz” de Pozuelo donde entrenan y juegan los partidos de casa nuestros hijos, a primeras de la mañana del domingo, es un lugar inapropiado e inaceptable: llevan tres semanas sin calefacción, los marcadores eléctricos jamás los he visto funcionar, las puertas chirrían y rozan con el pavimento, las líneas de juego están a menos de un metro del cerramiento del edificio, para sentarse los familiares hay cuatro banquillos en uno de los laterales sin ningún graderío, no hay agua caliente para ducharse y el mantenimiento es nulo. ¡Menos mal que la comprensión de los entrenadores y el entusiasmo de los padres, compensan todo esto!
En España a los discapacitados físicos se les proporciona las mejoras plazas de aparcamiento de vehículos con amplitud y lo más cercano a los edificios públicos o bien se les facilita una silla de ruedas. A los discapacitados visuales se les ha cambiado el pavimento público en infinidad de lugares. A los discapacitados sordomudos se les facilitan intérpretes de signos, para que puedan comprender al que les habla. ¡Cómo no, están en su derecho y lo aplaudo y deseo que mejoren todas estas ayudas!
¿Pero sin embargo, qué hay para nuestros chicos? ¡NADA!.
¡No se les puede marginar de esta forma! Tan solo un día del año se acuerdan de ellos o como sucedió en la entrega de los “Goya” les dan un premio. ¿Todas esas mujeres que lloraron en este acto cuando habló Jesús Vidal, se van a volver a acordar de ellos?
¡Por favor políticos de Pozuelo, clausuren ese pabellón y que los muchachos puedan jugar en otro lugar digno, que los hay, en el municipio con mayor renta per cápita de esta nación!
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