Y al final, ¿Qué ha quedado de la pre-campaña en Pozuelo?
Finalizado el escrutinio, nos encontramos con que, en toda España, el PP ha conseguido 600.000 votos más que su oponente, el PSOE.
Si nos atenemos a los mensajes que nos han transmitido en campaña, eso significaría, para los socialistas, que más de la mitad de los españoles son retrógrados, que quieren volver al pasado, que les asquea el progreso.
Si acudimos a las palabras de Mayor Oreja en campaña, con los resultados electorales en la mano podemos concluir que hay mucho español que piensa que es necesaria una vuelta a los valores, a la sinceridad, al trabajo esforzado, una España incluso que se opone en su mayoría al aborto que los socialistas nos quieren presentar como ‘derecho’ de la mujer.
Pero bueno, eso da igual, porque lo que verdaderamente importa es que el próximo año coinciden dos astros en la presidencia, uno a cada lado del Atlántico. Mucho me temo que uno de esos astros no pasará de ser estrella fugaz. Realmente, siguiendo con la metáfora, comparar a Zapatero con Obama es una estupidez cósmica,
¿Y en casa qué ha ocurrido? Pues que la pre-campaña de Gürtel apenas ha influido en la decisión del voto. Y si lo ha hecho, ha sido en igual medida para el PP y para el PSOE, porque los dos han perdido en torno a 1.500 votos cada uno. Hay que recordar a los populares que, con independencia de lo que diga la justicia que todavía no se ha pronunciado, no sólo hay que ser bueno sino parecerlo. Y hay que susurrar a los socialistas que el votante ha percibido el aprovechamiento que han intentado hacer del caso Gürtel, y así les ha lucido el pelo.
Y es que, al final, el votante no es nada tonto, como algunos políticos piensan. Ese grupo de indecisos, nada contento con los partidos mayoritarios, se les ha entregado en manos de Rosa Díez. Quedan casi dos años para recuperar lo perdido. A ver cómo se comportan unos y otros. De entrada, habrá que ir planteándose qué concejales no dan la talla en el actual equipo de Gonzalo Aguado. Y también, cómo no, quiénes sobran en las bancadas socialistas en aras de dignificar una actividad política tan denostada en estos momentos.
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