La preocupación socialista y el Padre Vallet
No le preocupaba que el Gobierno socialista del señor Zapatero haya colocado a más de cuatro millones y medio de españoles en el paro y que su política camine hacia la argentinización de España. No. A ella no le preocupa ya la colectividad como a cualquier socialista, sino que le preocupa el individuo, como si fuese una liberal cualquiera.
Qué bonito. Cómo gusta que doña Maru se rebele contra el peronismo de Zapatero de una manera tan palpable. Además, como manda el manual del buen político, le echó la culpa a Esperanza Aguirre con unas palabras dignas de una estadista de su altura: «Esperanza Aguirre, que mira tanto fuera de su Comunidad y que da tantas lecciones fuera de su Comunidad, no puede seguir mirando hacia otro lado».
La gente que le acompañaba, al oír aquella declaración tan contundente y certera, casi cae en éxtasis como Santa Teresa cuando decía aquello de 'Vivo sin vivir el mí...' Algún desaprensivo, que siempre los hay, llegó a pensar que era una adivinanza, pero no lo mostró en público por respeto a tal alta dignidad.
A su lado, cómo no, estuvo miss Izquierdo, que es la portavoz del Grupo Socialista en el Ayuntamiento de Pozuelo, conocida en su casa a la hora de comer y en su banco los primeros de mes cuando va a cobrar su buen sueldo. Y tras doña Maru, habló ella. Y fue rotunda cuando indicó con rabia contenida: «es urgente dar una solución a este tema. Las obras deben reanudarse de modo inmediato, y el Ayuntamiento no puede permanecer paralizado porque el alcalde no sepa o no quiera resolver esta situación». ¡Qué bonito también! Guau. Y lo dijo sin despeinarse. No aportó ninguna solución porque no la hay y las pocas que hay son una Alternativa del Diablo, pero ella, en su papel, exigió soluciones inminentes.
Pero vamos a ver, señoras mías, ¿desde cuándo con esas medidas extremas como la de encaramarse en una grúa se consiguen resolver los problemas? ¿Por qué se empeñan ustedes en alentar un hecho absolutamente inútil? ¿Les sirve, acaso, para hacer su política demagógica?
Ya sé que a la izquierda les va la melancolía. Y a estas dos dirigentes rebeldes les va este tipo de acciones desesperadas y seudorománticas ancladas en los setenta. Pero eso, y lo saben, no sirve para nada. Todo lo más que puede pasar es que haya un accidente grave.
Déjense ya de bobadas, señoras, y díganle a esas personas que se bajen porque, aparte de estar inutilizando una grúa y con ello impidiendo la posibilidad de que se continúe la obra, los problemas en el Siglo XXI, excepto en Cuba, se resuelven negociando o en los tribunales de justicia.
En cualquier caso, a dónde habría que irse a manifestar es al Palacio de la Moncloa, donde reside nuestro iluminado líder, que es quien nos ha causado todo este estropicio por resistirse a reconocer la crisis y a tomar medidas, como cualquier otro país, para salir de ella. De haberlo hecho, posiblemente, ya estaría resuelto éste y otros muchos problemas. Porque, aunque no quieran reconocerlo, causa de la causa es causa del mal causado.
El Capitán Possuelo
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