Los pechos de Áfri
Hacía mucho tiempo que no lo pasaba tan bien con Diario de Pozuelo. La política municipal se había vuelto aburrida. Quizá por eso mismo no me animaba a escribir. El oficio de articulista está mal pagado para los que somos del montón. Y yo, qué quieren que les diga, me gano muy bien la vida en otras lides.
Sin embargo lo del juicio de Afri lo merece todo, hasta que desempolve la pluma. He recordado viejos tiempos, cuando los concejales de este pueblo se sentían intocables y semi-dioses... Precisamente aquellos que no han renovado en las listas del PP de Pozuelo, aunque –hay que reconocerles el mérito- han conseguido hábilmente otros abrevaderos políticos. Como Afri. Ay, qué recuerdos...
Pero vamos al tema. No quiero parecer el abuelo cebolleta. Lo pasado, pasado está. No vamos a remover más lo que todavía huele, salvo que la interesada lo quiera así, como es el caso que nos ocupa. Por eso, a mi Afri, a mi tri-concejala de la última legislatura, le voy dispensar toda atención, porque se lo merece. Y además, porque se lo ha buscado.
Me dirán ustedes si tiene mérito acudir a pecho descubierto –con perdón, sin ninguna preparación quería decir- a un juicio. Y más mérito aún si el juicio se celebra por una demanda que interpuso Afri. Y más aún –ay, mi pobrecilla- si sólo le admiten como prueba un único artículo que supuestamente le ha vejado, "La Perejil". Y no lo quiero ni pensar si la única queja que tiene de ese artículo, lo único que le ha molestado, es una frase que reza que el alcalde "tuvo un par de razones de peso, como poco, para nombrarla en su día concejala".
Y así, con ese argumento tan borderline, la señora Sánchez concluyó en sede judicial que aquello era feminismo -perdón, machismo-. Sí, porque, como le dijo al juez, Capitán Possuelo se refería a "mi pecho".
¡Mi pecho! Pero hija, tú tienes la autoestima muy alta. ¿Te has creído que eres Bo Derek? ¿O la Ramona? ¿Sabrina? ¿O pensabas en la canción que hizo famoso a Carlos Mejía "Son tus perjúmenes"? Pues no, bonita, creo que Capitán Possuelo no iba por ahí. A él, que estuvo en Valencia un quinquenio dirigiendo una radio importante, no le gustan los arroces pasados.
¿A qué se podría referir el artículo de marras si no es a ese físico con el que tan contenta está África?
El alcalde Sepúlveda, ¿Qué par de razones de peso tendría para nombrarle concejala?
¿Sería por tener dos títulos universitarios? Seguro que no. Si acaso por tener dos títulos en uno: secretariado y marketing. ¿Dos neuronas? ¿o por haber domiciliado empresas de su marido en dos calles distintas de entrada a su casa? ¿o por haber tenido dos coches de la familia aparcados en el lugar reservado a autoridades? ¿Por tener fotografías con un biquini de dos piezas colgadas en el perfil público de Facebook? Hum, no creo que fuera por ninguno de estos motivos.
¿Entonces? Quizá nos lo quiera explicar la propia exconcejala. Seguro que este diario le abriría sus páginas con gusto. Un artículo que llevara por título "Por qué fui concejala" tendría muchas lecturas aquí, porque una muchedumbre de vecinos está deseando una buena explicación.
Quizá no hubiera sólo un par de razones. Quizá hubiera más. Cien razones, cien motivos, para no cortarse de un tajo las venas, como diría el maestro Sabina. Pero nunca los conoceremos todos si Afri no los explica.
PD: Se acompaña el artículo con un vídeo ilustrativo. Una selección de los momentos estelares o Cómo convertir una chorrada en tema central de un juicio. Se abre el telón.
*Este diario no se hace responsable de las opiniones vertidas por sus colaboradores
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