El buen pasota
Por Capitán Possuelo
Andaba yo curioseando por la Mediateca con un buen amigo y hablando de lo poco que los pozueleros conocen Pozuelo y de lo poco que se gasta el Ayuntamiento en hacer que eso sea posible, cuando me acerqué a preguntar (supongo que alguna tontería porque no me acuerdo) a la joven encargada.
Como mi amabilidad es mucha y mi verbo fácil, sin darme cuenta a la primera tontería le siguió otra y otra. Total que nos enrollamos como persianas y descubrimos cosas maravillosas de esa Mediateca modernísima, aunque ya tenga 15 años. Pero sobre todo descubrimos lo poco que la conocen los pozueleros...
- Una lástima, Juanjo, le dije a mi amigo al salir...Una lástima que esta Mediateca, ubicada en un lugar tan fantástico como la nueva Plaza del Padre Vallet, la conozca tan poca gente...
- El problema, Capi, es que el Ayuntamiento no se gasta un euro en promoción y en publicidad... Es cierto que hay unos cartelitos muy monos repartidos por algunas calles del pueblo en los que hace alguna publicidad en la que, como mucho, avisan a las organizaciones que reciben sus subvenciones que va a celebrarse o a inaugurarse algo para que acudan y se puedan hacer las fotos de rigor que luego, a toro pasado, publica el Vive Pozuelo... No hacen ningún esfuerzo adicional. Yo he llegado a pensar que no les interesa que se sepan las cosas...
- Pues yo he visto publicidad en los medios de comunicación del pueblo...
- Nada... Mínima y con cuentagotas... Este es el pueblo donde nunca pasa nada y, si pasa, se le saluda... Aquí se lleva la filosofía política del perfil muy bajo tirando a ínfimo...
Pues menos mal que mi amigo no es gallego porque si sigue por ese camino terminamos los dos buscando un bosque para perdernos en él entre llantos y suspiros pozueleros... Aunque lo cierto es que lleva toda la razón del mundo... Aquí todo el mundo va de incógnito. Nadie sabe en Pozuelo, por ejemplo, quiénes son los líderes de la oposición y es lo mínimo... Creo que no les conocen ni los que les votaron.
Llegada a esa conclusión, pensé que era el momento de retratarlos antes de irme de vacaciones... Y el primero tenía que ser David Cierco. A fin de cuentas es el jefe de la oposición.
David Cierco es el gran desconocido de la política pozuelera. Y es de Pozuelo. Creo que, salvo en su casa a la hora de comer, no lo conoce nadie. Pero entiendo que es muy difícil luchar contra los molinos de viento de una mayoría absolutamente absoluta que no deja resquicio a nada. Pero así es la vida. En política, cuando se gana por mayoría absoluta, se saca el rodillo y se pasa sobre la oposición.
Me cuentan las lenguas de doble filo, en cualquier caso, que David no lleva dentro de sí a un político con todo lo que ello significa. Cierco no es de los que se traga un sapo para desayunar y cuatro o cinco lagartijas al día, que es la media de disgustos que debe recibir cualquier político que se precie de serlo. Y eso se nota. Le gusta comentar la política pero le cuesta arremangarse y meterse en el barro. Debe ser que mancha.
Y así le pasa. Me aseguran que, en su partido, le están segando la hierba bajo los pies sus propios compañeros porque cuando no hay gato, hasta los ratones usan cascabeles.
Me dicen mis gargantas profundas que Cierco, después de unos inicios complicados en Pozuelo, tras su salida de la política nacional, ha optado por una oposición pacífica.
Hay quien dice que constructiva. Yo creo que pasota. Oposición pasota. Pienso que la política y/o la vida (nunca se sabe quién da más cornadas) le ha dado una nueva jerarquía de valores y le importa casi todo un oeuf.
En cualquier caso, me gusta David Cierco. Me parece un hombre bueno. Y en el buen sentido de la palabra. Si será buena persona que, incluso, cree en el amor.
Capitán Possuelo
*Este diario no se hace responsable de las opiniones de sus colaboradores ni de las de las cartas al director
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