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Mosca cojonera

Mosca cojonera

Por Capitán Possuelo.

Andaba yo tomándome un café con hielo en la terraza de La Americana, al mejor estilo lagartija posible, cuando mi compañero de mesa y sin embargo amigo, que estaba más torrado que yo, va y me dice:


- Capi, ¿tendrás que hacerle un retrato a Tono Rueda?
- ¿Hay algún motivo especial para ello?
- Hombre, que el sur también existe... ¿te parece poco? Y aunque UPyD sea un partido pequeño, también forma parte de la política pozuelera y Tono es su líder...
- Puf, que pereza...
- Es tu oportunidad para darle leña... Hace tiempo, le tenías muchas ganas...
- Eso era antes... Ahora hace mucho calor...
- Veo que te estás volviendo flojo...
- Pues, mira, sí... ¿Para qué te lo voy a negar? Y anda llama a un camarero que nos traiga un poco de agua fresquita porque me voy a deshidratar...

Pero mi compañero de sol y sin embargo amigo llevaba razón... También debo atender a los partidos con menos concejales... Y más cuando son partidos, como UPyD, que se adelantó a la crisis de valores de la clase política española y propuso cambios que ahora están asumiendo los grandes partidos, obligatoriamente, si quieren seguir alternándose en el poder... Aunque aquí, en Pozuelo, UPyD lo tiene complicado... Aquí, el PP tendría que hacerlo muy mal (que no es el caso) para que perdiese una elecciones. Ganó, incluso, tras el la locura del Olvidable...

El caso fue que decidí que era el momento de retratar a Tono Rueda.

Tono es todo un personaje. Hubo un tiempo en que le quise matar. Incluso, recuerdo que, en algún momento, le hice una dura crítica. No me gustaba. Hacía cosas que no me gustaban. Posiblemente, fruto de su inexperiencia política. Suele pasar siempre. En cuanto uno pilla una gorra, de entrada, se cree MacArthur. Después, la cosa cambió. Y Rueda se ha ido moderando. Ahora sólo es una mosca cojonera capaz de acabar con la paciencia de todo el equipo de Gobierno del Ayuntamiento. Y, además, uno a uno y en su conjunto. Inexplicable pero cierto.

Tono hace tiempo que se dio cuenta de que no podía hacer nada contra la mayoría absoluta del PP. Las mayorías absolutas tienen esas cosas. Para eso los ciudadanos les dan sus votos. Y ante esa impotencia política, ahora Tono se dedica a dar por saco a todo bicho viviente.

Rueda conoce a la perfección los pasillos y recovecos del Ayuntamiento y tiene los contactos suficientes en los despachos para saber todo lo que se mueve en ellos. Por algo es funcionario y por algo los funcionarios del Consistorio están cabreados. Y eso le convierte en un tocapelotas... Algo molestísimo.

He preguntado a mis amiguetes de siempre por Tono y su influencia en el Ayuntamiento y nadie entiende por qué le tienen tanta manía en el equipo de Gobierno... Incluso, me dicen que hasta en el PSOE le tienen tirria.

¿A qué se debe esta animadversión hacia este hombre, pues? No lo sé. Pero cae mal. Y Tono debería hacérselo mirar si quiere producir empatía. Porque un político sin empatía, sin ser capaz de ponerse en lugar del otro, pierde votos por un tubo.

Quizá también puede deberse a que tiene información y ya se sabe que información es poder. Y el poder provoca envidias.

También puede deberse a su leyenda negra. Me cuentan en el propio Ayuntamiento que ha habido veces en que no ha jugado excesivamente limpio y no se fían, que no es muy trabajador (tirando a vaguete) y que, como en el parchís, le gusta comerse una y contar veinte.

Pero eso entra dentro de lo normal en un tipo que es un superviviente de la vida. Rueda ha tenido mil trabajos y en todos ha tenido que defenderse a bocados. Así es la vida.

Por eso, para Tono, la política no es un trabajo más. Como lo es para muchos. Para él es una oportunidad de subirse a un tren irrepetible. Y se dejará la piel por defenderla.


 Capitán Possuelo

*Este diario no se hace responsable de las opiniones de sus colaboradores ni de las de las cartas al director.

 

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