Libre elección de colegio

El Gobierno de la Comunidad de Madrid ha aprobado el área única de escolarización, algo que venían reclamando los ciudadanos madrileños desde hace tiempo y que el PP tenía como promesa electoral. Un área única de escolarización que permitirá a los padres elegir el colegio al que quieren llevar a sus hijos a partir del curso que viene.

Pero la medida ya ha levantado las críticas de sindicatos y asociaciones de padres por no sé cuantos problemas de funcionamiento. Ya se sabe que los sindicatos y las asociaciones siempre toman el rábano por las hojas. En lugar de alegrarse por el avance que significa la medida en la libertad individual, ponen palitos en las ruedas con cosas menores y solucionables con la práctica. Supongo que será para darse importancia.

Porque aquí lo importante es el paso que se ha dado en beneficio de la libertad de elección en la educación como derecho fundamental. Los padres madrileños, a partir de ahora, podrán elegir la educación de sus hijos y eso es algo primordial en una sociedad moderna. Ya es tiempo de acabar con la planificación educativa impuesta desde el Gobierno, porque eso reduce la posibilidad de que los padres puedan escoger el colegio que ellos quieren para sus hijos.

En España, los criterios de admisión en los colegios públicos y concertados conceden tanto peso a la proximidad del domicilio familiar que, en la práctica, los padres no pueden acceder a un colegio que no sea el que le corresponde por ubicación, algo que hay que considerar absurdo porque parte del hecho de que todos los alumnos son iguales y ese es un concepto anticuado. Ningún alumno es igual a otro. Ninguno. Ni familiar ni intelectualmente.

Por lo tanto es necesario poner en marcha medidas como esta que quiebre la intervención del Estado y aumente la libertad y autonomía de los colegios y de los padres para poder elegir distintas posibilidades de educar a los hijos.

Porque, además, la libertad de elección de escolarización produce que haya competencia entre los colegios, que se impulse la mejora de los servicios y se promueva una mejora de la calidad educativa de los colegios, lo que redundará en mejores resultados académicos.

La idea de la libre elección de colegios es, además, un acto de coherencia política de la Comunidad de Madrid al aplicar el mismo criterio que ha establecido en Sanidad, mediante la implantación de la libre elección de médicos y centros de atención primaria y de especialidades. Lo que supone, insisto, un reconocimiento del derecho de los padres a elegir el tipo de educación que desean para sus hijos, reconocido en nuestra Constitución y sistemáticamente pisoteado por las administraciones públicas españolas.

Y es que la libertad del individuo tiene que estar siempre por encima de la colectividad si queremos que la sociedad progrese.

Ya veremos a partir de ahora qué colegios prefieren los padres. Porque una de las principales razones a la hora de elegir será la de la calidad de la enseñanza. Y eso, posiblemente, haga ponerse las pilas a muchos enseñantes rutinarios.

Antonio L. Rodríguez

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